Thursday, July 29, 2010

Tuesday, July 20, 2010

Fairytale of New York


Jem finer de los pogues pensó primero en un marinero de alta mar extrañando a su mujer en navidad y la esposa de Finer, le sugirió una especie de momento pimpinela de una pareja peleándose y terminando en esperanza.
Mcgowan tomó la música de la primera y la letra de la segunda y se la llevó a new york.
Pensó en que la voz de la mujer la hiciera la bajista de los pogues y como terminó casándose con Elvis costello se quedaron sin mina.
Lo interesante de esta versión es que terminó siendo cantada por Kirsty MacColl, esposa del productor y que en el 2000 termina muriendo en el mar en situaciones desconocidas.
Y ahora me parece interesante decir, que si algo nos dice un irlándes curado que ya no tiene casi dientes, es primero que vale callampa el diente que se le cayó o no a Raphael o que importe más los dientes del dandy más que lo que salga de su boca.
Segundo es que Chile por primera vez se da cuenta que sus inmigrantes son internos y para eso no hay nadie mejor que shane de los pogues para hablar de amor, pero también de despedidas.
Nada más tortuoso que ponerse a pensar en que los pobres siempre han sido un poco inmigrantes en su propio país pero no escuchan a los pogues porque prefieren que les hablen de problemas menos grandes como volver a reconquistar a su mina.
Pasará el terremoto en los medios, ahora llamado reconstrucción. Cansará la ayuda porque los pobres volverán a ser flojos del sur para arriba.
Pero los pogues siempre serán los pogues. Serán de esos capaces de hacer canciones que les alegren a los que se juntaron en otro país pero también de los que les siguen recordando a los que ya no están, a los que se fueron y no volvieron y a los que nunca llegaron, que la navidad perfecta existe sólo para unos pocos. Que la navidad perfecta es fome. Que la felicidad de 2 que se juntan a veces es más potente que un we are the world.
Esa es una de las enseñanzas de los pogues, ni la navidad es arbolito, ni la ayuda en tiempos en que es necesaria basta. Una de las gracias de los pogues es que han sabido hablar de los pobres y los borrachos y los inmigrantes con más alma que una teletón o el servicio social.
Historias como esas hay millones en chile. El tema es que alguien quiera contarlas.

tengo que escribir un cuento con esto