Monday, March 26, 2007

mi enemigo favorito



¿Qué es un delete más que el recuerdo de que borraste algo y encima de que quisiste borrarlo?
Ya no sé si es preferible convivir con lo que no borraste o hacerlo con lo que termina convirtiéndose en una especie de monumento al que sólo le falta la cara.
Si la papelera funcionara igual para lo público que para lo privado podríamos hasta olvidarnos que alguna vez hicimos el gesto de arrugar ese papel que algún día estuvo más planchado que un traje de Elton john.
Pero no es así.
¿Qué pasa con las sobras de lo que botamos?
¿O cómo hacer para borrar también el gesto de haber borrado?
¿Quién quiere vivir en un eterno resplandor de una mente sin recuerdos?
Yo no.
O a veces sí.
Que triste sería poder elegir un alzheimer.
Que triste sería olvidarnos de que somos capaces hasta de llorar con canciones hechas como se hacen los horóscopos de los fines de semana.
Que patético es pensar que algún día podrías sentirte representado hasta por Julito Videla.
Que triste sería tener 60 años y que hagan de tu nombre un diminutivo.
Que penoso calentarse con un peluche.
Que increíble decidir que dejarás de usar algo creyendo que teniendo un reloj manejas el tiempo y no al revés.
Qu penoso es incluir frases increíbles sólo para que haya cierto contraste o para ahorrarte llamadas al día siguiente desde el 0-300 estamos preocupados por ti.
O sea tenemos otras cosas que hacer y ojalá las resuelvas rápido para que dejemos ese pre tan poco productivo y nos ocupemos en puros post.
En puro horizonte, en puro mirar pa adelante sin que importe como se llegó ahí.
¿Para qué perder tiempo en pensar cómo las cosas son si ya están ahí antes de pensarlas?
Todos tienen una misión en la vida y si no te queda claro o eres tonto o eres resentido. Te castigaremos por sentir dos veces en vez de una porque estamos en el mundo de los que sienten no de los que resienten.
Te castigaremos por exagerar el sentido o entenderlo demasiado.
Te castigaremos por ser tonto y no entenderlo.
Te castigaremos porque para eso estamos. No sólo para castigarte sino que para que creas que te lo mereces.
Para que te adaptes a las horas apropiadas para pensar. Para que seas responsable. Para que hagas de tu cuerpo un templo y no una redada.
Y sobre todo para que sigas pensando que hay un enemigo.

0 Comments:

Post a Comment

<< Home