mayo 8

Carteles en los vidrios del Normandie decían que las entradas estaban agotadas.
Un cine lleno a reventar en el primer piso y memoria de que hay un segundo que tal vez no esté tan lleno.
El segundo piso empezando a ser colmena y nada más hermoso, que aunque tal vez para muchos chinoy fuera pintoresco estilo postal de valpo o el de la buena vida, pudiera esta vez aglutinar tantas orejas.
Hermoso subir las escaleras viendo un afiche de derzu usala diciendo “estreno”, que me recordó a “todo lo que muere es más eterno” o a “Pasando el tiempo Llegué a la china “.
Escuché gritos como nunca antes se escucharon en un recital de chinoy.
Vi gente llevándose carteles que sobraron de la publicidad del recital como si se tratara del epitafio de otro quinto beatle.
Chinoy era demasiada estrella justo cuando menos quiso serlo.
Chinoy con gorro y mirando hacia abajo, siendo abrazado por cada uno que tocó con él, como si todos estuvieran despidiéndose o diciéndole: “puta que te lo mereces”.
Esta vez llenó un cine arte del normandie, que a medias era tal vez un poco ese de la letra de Jorge González mezclado con andres Wood, pero que en la otra mitad, era de esa gente que lo veía crecer. No sólo con la carne de gallina sino también con la mejor piel de gallina que han tenido en años escuchándolo este 8 de Mayo.
Esta vez a su lado había sólo una cachantún porque más compañía habría sido tal vez demasiado.
Hubo invitados como nunca antes y más que ser, multiplicaciones de chinoy, fueron restadores de su kriptonita, logrando que sus canciones se hicieran aún más inmensas.
Para muchos fue una especie de despedida y para otros lo contrario, pero el chinoy que quiere despedirse con “corazón” es el mismo que “con un pie en la en la cima sigue dando su concierto en cada esquina”.
Chinoy es cada vez más lo no pasado y lo no vivido y aunque avance como cangrejo es el chiquillo que toma todos los retos.
Y aunque la hora se haga matona y muchos empiecen a buscar el camino correcto a casa, a Chinoy siempre lo podremos encontrar en algún atajo.