si lo sabe cante

Que felicidad saber que me había olvidado del blog y que en realidad lo había hecho para no pensar en tener que despedirme.
Y ya me he despedido de tantos lados sin despedirme que ya no confío en mí cuando se trata de prometer o términos o comienzos. Y cada vez que debo recordarle a otros lo que debo remarcar en mí más peor se hace todo. Y lo peor de todo es que no es para nada fácil creer que entonces todo se trata de ir entonces en la dirección propia. Cada vez que he intentado eso es como si uno se convirtiera en una especie de anibal lecter mientras el coro a tu alrededor te dice que sigas así y que seas consecuente contigo mismo. Me cae bien Dexter pero jamás podría ser uno.
Me sigue cayendo mal demasiada gente pero ya no tengo qué mierda decirles. Leo blogs bien informados que me gustaría tal vez hacer pero no me interesa. Estoy en facebook y cada vez los libros tienen menos cara. Y acepto a gente porque son un desafío a sentir que el número tal vez me haga sumar más posibilidades de creer que puedo estar equivocado.
Y sigamos sumando porque ya he restado demasiado de todo.
Y mi perra duerme con los ojos abiertos aunque me ha seguido 40 cuadras atrás de mi bicicleta y correr por santiago a las 12 de la noche cuando todo ya ha cerrado te hace transpirar lo que aún no entiendes pero restas al ducharte mientras ves que algo por lo menos se va por el desagüe. Y te das cuenta que bajaste de peso y empezaste a afeitarte.
Y eres responsable en tener que levantarte pero haces todo lo posible por boicotear estar seguro de saber para qué te levantas.
Y prefieres que el día tenga que pasar rápido haciendo del sueño futuro tu mejor proyecto porque lograste hacer del día a día repetido hasta el hartazgo una caricatura del presente.
Y piensas que el tiempo es tu aliado cuando en realidad le temes demasiado.
Y en realidad te dicen que eres adorable pero que tienen que alejarse de ti. Te dicen que hables menos pero cuando no dices nada se preocupan y te llaman te llaman y te llaman.
Y de más que ya no se trata de los demás. Y ya no quieres que te llamen porque no sabes que mierda decir. Y te quedas callado intentando escuchar algo que te haga sentido y vuelves a aburrirte.
Y a veces tanta estupidez debiera ser privada.