Wednesday, March 25, 2009

manifiesto



Nuestro circunstancial ideólogo, el Pet Shop Boy Neil Tennant se despacha sobre las bondades del pensamiento negativo

Lo que pasa con la energía negativa, con el odio, es esto: que puede ser positivo. Da certidumbre a todas las cosas que sabes que te gustan. Te dice, por eliminación, lo que eres. A veces uno sólo puede definirse a sí mismo por lo que odia. El odio se convierte en una inspiración; te hace pensar: "Creo totalmente en lo que estoy haciendo ahora, y no me importa lo que otras personas digan". Guiado por el odio, no tienes que seguir al rebaño.

Odio la manera en que a todo el mundo le gustan las cosas al mismo tiempo. Cuando se les dice sobre una gaseosa que "es lo máximo", deberían pensar: "No, es una bebida detestable fantásticamente insalubre de tomar, repleta de azúcar que se convierte en glucosa, la cual se convierte en grasa." Deberían echarle una mirada a los Estados Unidos y pensar: "¡Dios, aquí hay tanta gente gorda! ¿Por qué? Porque todos comen hamburguesas y toman cola". Y deberían odiar a la gente que representa eso. Deberían odiar a Michael Jackson por tratar de endosarles engañosamente una gaseosa, de hacerlos gordas víctimas de su propia sociedad. Deberían odiar las gaseosas, odiar a Michael Jackson. Odiar a George Bush. Y pensar en las alternativas. Esa es otra cosa buena sobre el odio. Te hace pensar en las alternativas.

Por supuesto, en estos días está más de moda ser positivo. Odio la positividad. El problema con ella es que es una actitud decididamente vinculada a dejarse hacer, ser embaucado y aceptarlo. Alegremente. Es totalmente apolítica.Es muy, muy personal e individualizada. No se trata de cambiar la sociedad; se trata de preocuparte por ti mismo. De hecho, se trata completamente acerca de ignorar el propio rol económico en la sociedad, de modo que trabaja a favor del sistema. Nada más miren a lo que años de teorías de consciencia personal nos han dado: esos íconos del status quo, George Bush y John Major.

(...) Y la positividad hace que el mundo continúe igual. El odio es la fuerza que mueve a la sociedad, para bien o para mal. A la gente no la impulsa decir: "Oh, vaya, estoy en paz conmigo mismo". Los impulsa su odio a la injusticia, odio a la desigualdad, a cómo el poder es usado.

Esto es cierto tanto para la música pop como lo es para la política. Siempre tengo la impresión de que tanta música surge en Gran Bretaña porque hay mucho odio. Ves o escuchas algo y te da envidia. Mientras que si tu reacción positiva es: "Vaya, es genial", simplemente te sientas a pensar cuán genial es y no haces nada. Te relajas.

Afortunadamente, nunca he sido una persona relajada. Cuando miro la música pop, inmediatamente odio cosas. Veo cantantes que dicen estar tomándose un par de años para trabajar en caridad cuando, de hecho, se pasarán esos dos años trabajando en su álbum, y los detesto. Ahora mismo detesto a los intérpretes que hacen aspavientos de tocar en conciertos benéficos y donar las ganancias por las ventas de sus discos a causas de caridad. Podrían dar montones de dinero para caridad y no decirle a nadie, pero en vez de eso sacan provecho de la situación. Eso no es caridad, es marketing. Es vender álbumes bajo la apariencia de un imperativo moral. Dicen que están tratando de crear consciencia, como si ser una celebridad les diera poder y los dotara de las respuestas a los problemas del mundo. Pero en realidad quieren ser vistos como héroes. Creo que es clamorosamente cínico y lo odio.

Los Pet Shop Boys siempre hemos odiado las actitudes predominantes y tratado de hacer lo contrario. Nuestro odio de lo que otras personas hacen siempre nos ha ayudado a redefinir nuestras acciones. Odiar un montón de cosas es equivalente a realmente preocuparnos por otras. Si te gusta todo, no te involucras con nada. Cuando la gente nos escucha hablar a Chris (Lowe) y a mí, muchas veces se escandaliza de ver cuán negativos somos. Somos constantemente críticos de todo, incluidos nosotros mismos. Pero yo provengo de una generación a la que le gustaba que sus artistas dijeran lo que estaba mal de nuestras vidas. Mantengo la antigua creencia de que la música pop debe ser tanto un desafío a la sociedad, como una afirmación de ella. Y, así, considero mi deber odiar cosas.

(Sampleado de interzona)

5 Comments:

Blogger Paulina said...

buena!

10:58 PM  
Blogger yus said...

yo odio a joe vasconcellos, las farmafias, fito paez, enriquez-ominami, la crítica ciega, egocéntrica y desmedida... servirá de algo?

9:03 PM  
Blogger pablo rosenzvaig said...

ciega, egocentrica y desmedida no son sinónimos. te sirve de algo?

3:16 AM  
Blogger pablo rosenzvaig said...

lo ciego egocentrico y desmedido a veces es hermoso.

3:24 AM  
Blogger Alterno said...

interesante, pasate por mi blog, abro una cruzada en nombre de este "manifiesto"

4:03 PM  

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