Friday, September 28, 2012

Canción escansión

Alguien me dijo hoy que las canciones buenas no deberían recordarte momentos malos y me fui sin responder. En el fondo sabía que las canciones buenas son inmanejables y por otra parte no quería tener que ponerme a discutir acerca de algo semejante. Yo soy de esa clase de personas que recuerdan canciones que empiezan, que se cortan y que terminan, de la misma forma que empiezan y terminan las relaciones, las discusiones o las películas en las que saliste del cine. Hay canciones que no quiero escuchar nunca más y otras que quiero repetirme mil veces y no se trata de que las repetidas te recuerden buenos momentos. Al final creo que se trata de que las canciones son la montaña inventando Maomas. Lo único que a veces elegimos es el play, el resto de lo que pasa es más parecido a ser un Talibán en Guantánamo. Podríamos medir todo en canciones, hasta ese silencio incómodo cuando no sabes que decirle a alguien y no llegó ninguna a tu rescate. De la misma manera en la que hay bebedores y fumadores sociales también hay escuchadores sociales. Y para mí la música ha sido algo que uno quiere compartir pero siempre después de haber pasado por tus audífonos. Odio al melómano que lee antes de escuchar, de la misma forma que odio al que cree que te conoce antes de escucharte. Odio a la minita que si le preguntas que música le gusta, te responde lo que suena en la radio. Prefiero 300000 veces un fan de algo que me carga, que un publicista que me dice que le emociona sigur ros. Prefiero mil veces ese periodista que se arriesga a escribir de Arjona escuchándolo en serio, que el que sólo se mira al espejo de lo que van a pensar de él. La música no le pertenece a nadie ni te hace poseedor de ninguna verdad esotérica. A mí nadie me sacará de la cabeza que la primera vez que escuché dookie de green day me pareció un discazo, ni que siamese dream de Smashing pumpkins es de los discos que más he escuchado en la vida. Tampoco creo que sobre gustos no hay nada escrito. Sí creo, que si vas a hablar o escribir de música, te salgas un rato de los lugares comunes. A veces se trata de no discutir en cenas con alguien que tiene loca a la audiencia citando mal a Leonard Cohen, creyendo que tienes que corregir la dirección del mundo. Otras veces se trata de saber que la música no te va a servir de bastón de tu identidad. Hay pocas cosas peores que los pilarsordismos musicales y es necesario saber que en algún lado la relación que tenemos con la música es por lejos lo más egocéntrico del mundo. Si una canción te dijo algo alguna vez depende mil veces más del momento en que la escuchaste, que de lo que quisieron decir. Mark Eitzel una vez le contestó a un periodista pelotudo: Si hubiera sabido qué decir, probablemente no habría escrito la canción. Lo único medianamente objetivo que se puede decir acerca de canciones, es la manera en que las digeriste o te digirieron. El resto es paja molida.

1 Comments:

Blogger caleidoscopicga said...

Creo que la música es el elemento que mas te hace tener recuerdos, ya que puedes escuchar la misma canción en tantos momentos y cada momento es un recuerdo que aparece cuando ella empieza a sonar...

12:34 PM  

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