“I have never seen two people on pot get in a fight because it is fucking IMPOSSIBLE. "Hey, buddy!" "Hey, what?" "Ummmmmmm...." End of argument.”
Hoy fue un día raro. Mi novia me dijo que mientras más contesto comentarios de internet más idiota soy. Y la verdad que no lo sé. Algo me dice que aún siendo un hueon idiota, el sólo hecho de que aparezcan discusiones de la nada y que me suenen a gente que defiende un status quo muy poco pensante, a veces me obliga a esa especie de duelo cyber inofensivo pero necesario.
Voy a partir por esa gente que cree que los recitales son sólo para mirar hacia adelante, como si fueran sólo un puro y puto presente absoluto sin historia. O peor aún, como si la historia sólo se tratara de cómo suena o no suena lo que estás presenciando. Como si “el artista” no incluyera a quien lo escucha también. Como si el que está cantando no lidiara con el éxito o el silencio de lo que está más allá de él. Como si la música debiera conformarse sólo con agradar a su público.
Y la cosa no me molestaría tanto tal vez si no fuera por ese tono mesiánico de los que defienden esa idea de que la humildad termina siendo al fin y al cabo una defensa de un estado de cosas donde todo lo posible o pensable extirpa cualquier discusión futura.
Hoy ya lo dije hasta el hartazgo, la cosa no se trata de vivir en la dehesa o en Huamachuco. La cosa se trata de esa gente que se cree con el derecho de que porque paga una entrada puede ir a ventilar a diestra y siniestra sus patronajes de fundo. Se trata de ese espécimen que no es capaz de entender de que si le pides que haga silencio un rato porque para ti es más importante escuchar lo que pasa del otro lado, no sea capaz de quedarse callado. Ese hueon que no es capaz de entender que para ti es casi único presenciar lo que estás viendo y que el año que viene no te irás de vacaciones a Barcelona. Y Ahí radica mi odio por esos cuicos gossip. No me molestan en otros términos, porque trato de obviarlos lo mejor que puedo. Me molesta más todavía que haya gente que insista en defender lo indefendible con la excusa de la humildad mística de moda. Pico con ellos y pico con esa gente también que te critica con discursos estilo horizonte. Me dan lata aunque crean que el hecho de ser mediáticos para ellos sea sinónimo de razón o de verdad. Me molesta su bulling que porque creen estar del lado de la verdad no lo es. Me molestan también por tener miles de contactos y no contactarse con nada más que la emoción de moda. Me molestan porque juegan a la amistad estando del bando enemigo del proactivo. Del que hace y produce con la lógica de fondo de que el pobre es pobre porque quiere.
En el fondo puta que me dan lata hueones.
Me dan lata cuando tienen que decir que están entrando a una reunión x y después te tiran en la cara que uno es el egocéntrico. Me dan paja cuando hasta sus onomatopeyas tienen hashtag. Me dan pena cuando hasta su inteligencia está auspiciada por un séquito que los RT hasta el hartazgo. Me complica no poder darles la razón aún queriéndolo. Me vuelve a dar pena que crean que porque tienen a veces tribuna eso les de la libertad de no pensarse a veces idiotas. De no demostrarlo, de no ponerlo en juego.
Me interesan porque ahí están en el día a día pero puta que me carga cuando se complican tanto cuando alguien les corre la reja de sus ovejas.
Sólo me resta decirles lo que alguna vez me hizo sentido y cada vez me hace más sentido.
Keats and Yeats are on your side
While Wilde is on mine
El contexto también queda de su lado.
2 Comments:
No sé bien cómo llegué aquí, pero amé tu molestia. Vamos, que en la esterilidad de twitter también nacen cosas como esta.
Saludos.
violentamente crítico, "hasta el hartazgo", construcción fuera de serie,me gusta eso si
saludos
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