Monday, August 27, 2007

people (and fruits) are strange






La semana pasada me encontré con 3 artículos de Jeff Buckley sin tener razones determinadas para hacerlo.
No había leído de él en más de 8 meses y en 2 días leo 3 cosas sobre él.
En Mayo se habían cumplido diez años de su muerte y si estuvieramos en ese mes podría encontrar una razón entendible.
Pero estamos en Agosto.
No quiero pensar en que el destino me llevó a esas páginas porque no sólo no creo en él sino que me parece una de las formas más patéticas de justificación.
Prefiero decir que no tengo la menor idea y que una de las cosas que leí, en un futuro tal vez importante fanzine electrónico, era una recopilación de buenas intenciones acerca de él.
Era un cortar pegar para no quedar fuera del aniversario ni del calendario.
O una forma de llevar el googleo a una nueva categoría gramatical.
"Vestida para googlear" sería el título de Brian de Palma si en vez de pensar se hubiera dedicado al estilo manpower.
Pensé en escribir algo irónico para hacer mierda al hereje que va en contra de lo “verdadero” y sólo dejé un comentario en la página como si se me acabara el tiempo o no quisiera tener que explicarme demasiado.
Luego leí uno de un amigo en su blog que criticaba un poco a Buckley al mismo tiempo que pontificaba sobre él pero lo que me interesó más que nada fue que se notara que para escribir de él hay que estar dispuesto a equivocarse. A exagerar. A meter las patas en el lago.
El tercer artículo lo escribió él de nuevo en Super45 donde me gustó el hecho de que ahí también, le sigue poniendo el cuerpo a las balas.
Es por eso que para mí siempre Buckley será una fruta extraña como esa que colgaba del árbol de Nina Simone y billie Holiday y no una recopilación inerte de antecedentes que hay que citar porque por algo sale Buckley en más de 5 notas de prensa.
Es por esta admiración a veces a lo que no conozco que me me demoré demasiado en escuchar tanto strange fruit primero en la versión de Nina Simone y más tarde en la de Buckley.
Hago trampa en realidad porque no se trata tal vez de admiración a lo desconocido sino del miedo a lo que pueda hacerse conocido de eso que desconozco y prefiero dejarlo ahí donde está.
No quería escuchar la de Buckley y menos la de Nina Simone. No quería saber. Al estilo de esa gente que responde que las cosas son así porque son así o porque siempre han sido.
Siempre supe un poco la historia de la canción pero hoy buscando sobre la versión de Archie Shepp en Internet me sale de repente el apellido Rosenberg y no se trataba solamente de algo parecido al mio sino de que siempre que pienso en ellos pienso en la primera vez que leí el juicio de saco y vanzetti y luego vi la película.
Y empecé a ordenar un poco las cosas y entender que cuando hace tiempo me encontré con un Robert Meeropol titulando un artículo "de los Rosenberg a los Mumia"(por Mumia Abu-Jamal) ese Robert Meeropol, era uno de los hijos adoptados por el autor de strange fruit cuando mataron a los Rosenberg.
No sabía eso ni que había una versión de Twilight singers de Strange fruit y me habría gustado tal vez no saberlo.
En algún momento tendría que enfrentarme a escuchar a Nina Simone, Jeff Buckley y Grez Dulli en un mismo día y encima cantando una de mis canciones preferidas de todos los tiempos.
Aún me da algo de risa que justamente cuando se busca al autor del poema en que se basó esta canción se siga encontrando el nombre de Lewis Allan que es el seudónimo de Abel Meeropol. Lewis y Allan al mismo tiempo son el seudónimo de dos niños muertos. En otros lados cibernéticos sale Allen en vez de Allan.
Me demoré porque siempre la versión de B. Holiday me pareció insuperable sin necesidad de querer escuchar otra.
Para sublimar este no querer escuchar nada más, investigué sobre la canción y empecé a encontrar la razón de por qué de los 9 discos que tengo de Billie Holiday sólo en uno sale esta canción.
Y miento de nuevo porque el que tengo lo busqué sólo por esa canción pero ahora tengo más argumentos para entender la dificultad de encontrar el vinilo donde sale strange fruit. Y entiendo también cuando decía en su autobiografía que esta canción separaba a los cretinos de los idiotas. Y entiendo mejor aún la razón de por qué en Alabama una vez la persiguieron hasta salir del estado sólo por intentar cantarla.
Resulta que Abel Meeropol no sólo era judío y comunista sino que había adoptado a los hijos de los Rosenberg. Chivos expiatorios si los hay.
Le faltaba ser negro y leproso probablemente para tenerla más difícil y él es el que se acerca a Billie Holiday con un poema compuesto a partir de una foto de dos negros colgados de un árbol a los que los metaforiza como frutas extrañas.
Y asi la canción se vuelve una especie de himno aunque en el día de hoy los que la han escuchado en las versiones de Tricky, Anthony and the johnsons, Twilight singers, Archie Shep o Siouxsie entre muchos más, piensan que es una canción de agronomía o que los Rosenberg son los que hacen colchones.
En todo caso digo todo esto porque nuevamente creo que mi versión preferida es la de Nina por sobre la de Billie y que le debo esto al intento de escuchar todo lo que ha hecho el señor Buckley.
Yo ya estaba feliz con la de Billie.
Si no hubiera sido porque a él se le ocurrió cantarla tal vez habría llegado un día a través de Nina Simone probablemente, pero eso ahora da lo mismo porque no fue asi.
Llegué a confirmar mi amor eterno por Nina a través de Buckley y no me creo más bacán que nadie pero si puedo asegurar que por algo sigue un poco vivo y aún no muere del todo.
Puedo asegurar que para hacer reseñas hablando de la pasión de Jeff o la vida de Buckley no basta con revisar el diario del Domingo.
Y ahora únanse enemigos, porque si es para eso mejor quédense callados.
Tal vez podría agregar que Jeff Buckley inventó una nueva fruta extraña que no cuelga de un árbol sino que se ahoga.
Ahhhhh. Men.

Con uestedes la letra en bilingue.....





strange fruit


Southern trees bear a strange fruit,
Blood on the leaves and blood at the root,
Black body swinging in the southern breeze,
Strange fruit hanging from the poplar trees.

Pastoral scene of the gallant south,
The bulging eyes and the twisted mouth,
Scent of magnolia, sweet and fresh,
Then the sudden smell of burning flesh.

Here is a fruit for the crows to pluck,
For the rain to gather, for the wind to suck,
For the sun to rot, for a tree to drop,
Here is a strange and bitter crop.


Extraña Fruta

Los árboles del sur dan una extraña fruta,
Sangre en las hojas y sangre en la raíz madura,
Un cuerpo negro balanceándose en la brisa sureña,
Extraña fruta que cuelga de los álamos en las peñas.

Una escena pastoril en el sur galante,
Los ojos hinchados y las torcidas bocas vibrantes,
Perfume de magnolia, suave y fresca,
Y el repentino olor a carne humana que se quema.

Aquí está la fruta para que la picoteen los cuervos,
Para que la recobre la lluvia y la seque el viento,
Para que el sol la pudra y un árbol la deseche,
Aquí está la extraña y amarga fruta para que alguien la coseche.

5 Comments:

Blogger Rodolfo García said...

malditos KKK,
a lo mejor por eso Gershwin escribió una opera negra, tanto los de color como los judíos se entendían bien desde la marginalidad,,,

4:19 PM  
Blogger Soorikeit said...

"la fruta no cae, se ahoga" A REXUXA!


yo le debo amar a Cohen a Buckley

9:12 PM  
Blogger pablo rosenzvaig said...

Gershwin empezó estudiando a Chopin, Liszt y Debussy y terminó haciendo blues. Por algo será

9:16 PM  
Anonymous Anonymous said...

buenisimo weon, conmovedor lo que ha escrito.

7:33 AM  
Blogger Spaceboy (PabloNachoLopez) said...

Notable! Y aunque sienta contradictorio por el sentido de la letra, agradezco que partas con la foto que lo representa todo, porque en 1 segundo contextualiza la cancion. Gracias por contarme esta historia desconocida para mi.

6:12 PM  

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