Saturday, January 13, 2007

Robado al escritor anonimo



Estoy respirando con una traba de la que no me puedo zafar. El aire opta por salir sin problemas, pero lo que entra no es necesario ni suficiente. De todos modos estoy fumando, porque me dijeron que se trataba de angustia, así que aprovecho de seguir envenenando mis pulmones sin una culpa grandiosa. Es curioso que me apenen mis pulmones y no mi angustia. Será porque los pulmones tienen retrato, tienen tiempo, tienen mapa. No sé de que se trata esa palabra cuando se alberga en el pecho que es, definitivamente, tan corporal. Podría buscar a la palabra inquietud, y graficarla en el deseo de mover las piernas, de agarrar objetos para colgar en mis murallas, de esperar algún llamado que se aleje de lo conocido.
Para salir de aquí duermo. Para explicarme el asunto de la rutina fumo.
Para no morir con las músicas que explican buenos destinos veo televisión. Necesito comunicarme con la fuente de mi sangre. Hace días que estoy perdido en una nebulosa de humo, un humo que me hace entrar pero que cuando ya estoy ahí cambia la chapa.
Ya no tengo adjetivos para llamar a mi miedo. No puedo aquietar las manos, necesito ponerle nombre a todo este enredo. El misterio no tiene gracia, sólo trae consigo pedazos de desencuentro que no alcanzan a ser uno, por no conocerse.

2 Comments:

Blogger Siempre said...

Un hoyo que apreta. Creo que así me resuena a mi.

1:28 PM  
Blogger Q said...

No te imaginaba angustiado... pero así te leo.

4:30 PM  

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