Thursday, March 29, 2007

psico, si



Di vueltas y vueltas y vueltas no porque quiera resolver algo sino porque no sé porque mierda empiezo a creer que por algo estuviste y estás acá recibiendo toda mi psicosis en frasco.
Por ejemplo hoy no iré a trabajar y una persona cuerda se preguntaría por las razones necesarias y suficientes para semejante actitud.
Para mí es bien simple por un lado y complejísimo por el otro.
Simple porque aunque me cueste asumirlo en algún lugar siento que me merezco descansar. Complejo porque ya no tengo 5 años.
Hoy ya han pasado cosas raras.
Escribí 25 páginas hermosas de la 2da novela y no sé cómo cuando subí el ultimo post desaparecieron. Presiento que en cualquier minuto o en un par de meses llegará el silencio máximo con mucho de lo circundante porque mientras más lúcido me encuentro más me alejo de todo.
Sí, compárame si quieres por ejemplo con el idiota de mundo mirando al sudeste no importa.
El punto hoy es que lo que te iba a decir parece que ha tomado forma demasiado incompleta e indirecta en un par de ideas que parece que serán una especie de cuento.
Lo más risible de todo es que no sé bien como te explicaré después cuál es la lógica con que hay que entenderlo. La verdad es que ahora no me da para más que recordar la idea e intentar escribirla, asi que voy. No entiendo cómo es que contigo he hecho lo que siendo lo más incomprensible es más mio pero bueno…..u ok….basta de bastas.

Ella está en su pieza. Acaba de llegar de hacer algunas cosas. Él está en un bar, terminando de tomarse la última cerveza. Está solo, ha salido para distraerse de las paredes de su casa. Ella ha vuelto a su casa para fundirse en sus paredes. Ella lo recuerda y espera su llamada, piensa, al mismo tiempo, que no hay razón para que la llame. Él ha pensado en llamarla, pero piensa, al mismo tiempo, que ya es muy tarde. Ella no quiere acostarse demasiado temprano, ya ha tomado dos cafes y son las 12 de la noche. Mañana no tiene clases.
Pero él no va a llamar, porque ella tiene miedo, y él no tiene sentimientos hacia el miedo. Él siempre dice que no le teme a la oscuridad. Ella le teme. Él quiere quedarse con ella en la memoria de la ocupación de sus tierras. Ella quiere fundar algún tipo de sitio con él. Él ahora ya está medio dormido, pero no quiere dormir solo. Ella se ofrece telepáticamente a dormir con él. Ella entra a su casa pero él no la ve. Él se acuesta sobre un plumón blanco y ella hace lo mismo sin que él se percate del peso de su cuerpo. Él cierra los ojos y prende la televisión, está cansado. No quiere saber nada de nada que lo traslade a algún tipo de dolor. Ella quiere reir, pero tiene miedo de que las manos de él le den, sin siquiera percatarse, dolor nocturno.
Ella no quiere tener miedo. Él cree que ella no teme demasiado.
Ella ya está dentro de la cama de él, pero no lo siente, porque la distancia se olvida de su antónimo y se vuelve todavía más cruda. Él acentúa el movimiento de la cabeza y la acerca a la mano derecha de ella, que al mismo tiempo prende la TV de su cuarto que da al de las miniaturas de buda de los que lo quieren en miniatura.
Ella está en ambos lados, pero nadie lo sabe, lo que hace que el control remoto y la mano de él no tengan ninguna diferencia, suponiendo que ella supone que lo que necesita es algún tipo de ruido. Él se acerca más y ella finge alejarse en un movimiento que demarca el bufoneo constante de la indecisión. Él susurra algo medio dormido, menciona algo de una sonrisa. Ella sonríe porque la televisión transmite un especial de Bill Hicks. Ella cree que él habla de su sonrisa. Él le cuenta de otra sonrisa. Ella cambia de canal porque la risa dura poco. Ella agarra una película de drama, está terminando, y la música final está puesta para el último retazo de estremecimiento.
Ella siente que puede aprovechar de llorar por otras cosas, al mismo tiempo que él le está quitando la almohada que se queda sin querer con una de sus lágrimas. Ella queda tumbada por un aire extraño que le quita la altitud necesaria para la visión. Él se moja la mejilla izquierda, la lágrima arde, está hecha de un líquido que quema como agua hirviendo o libro en Fahrenheit 851. Él se quema y despierta sobresaltado, descubre que se ha quedado dormido con la televisión prendida y se preocupa por si el sleep no funciona. Se acuerda que esa noche no quería dormir solo, pero después del greygoose intuye que ha olvidado todo. Se levanta para preparar café. Hierve el agua con una gota de lágrima que se ha robado de la almohada y que su mano toma ignorante. Saca dos tazas. Prepara dos cafés. Lleva una bandeja de mimbre viejo que odia a la cama mientras mira el agua negra que bordea las tazas y se acuerda de dark water.
Vuelve a prender la televisión que sigue transmitiendo la música de la película esa que no termina nunca. Ahora sólo hay letras que se perfilan en columnas verticales. Trata de buscar el control remoto para cambiar de canal mientras imagina sin saber por qué, que si algún día quisiera llamarla a las 6.30 de la mañana ella contestaría por temor a que hubiera sucedido algo terrible pero después apagaría su celular.
Decide apagar el televisor y tomar el café escuchando música. Revuelve entre sus libros y elige el más idiota posible. Elige “El conjuro de los idiotas” y se vuelve a acostar con la almohada que ya no tiene lágrimas. Ella asume el café como propio y toma la taza que él ha dejado casi al borde de la bandeja.
Él busca fuego mientras los waterboys cantan: He put his flag in the desert, but I need water.
Agarra la almohada que está extrañamente más corrida hacia la izquierda, pero asume que las percepciones de esa noche no son demasiado fidedignas. Ella se incorpora al respaldo y piensa que la almohada se ha caído bajo la cama. Se agacha para recoger la almohada y bota el café que ha dejado sobre la cama por lo que va a la cocina a buscar algo para limpiar. Él asume como propio el error de la caída del café, pero al mismo tiempo descubre que el café está en sus manos y que acaba de tragar un sorbo. Él entiende, enonces, que no sólo hay una taza de café y recuerda que esa tarde ha estado con un amigo.
Piensa que su amigo ha dejado el café sobre el velador y que él lo ha derramado en alguno de los descoordinados movimientos que ha mostrado esa noche.
Ella vuelve de la cocina con un trapo húmedo. Intenta limpiar la mancha que ha dejado, pero el café se adhiere como sangre seca al plumón blanco. No hay manera de sacarla de allí.
El color de la mancha ya no parece de café mientras piensa que ese es el problema de la mirada, ver detalles y patrones que el ojo mirada no ve. Recuerda a uno de sus profesores cuando decía que mirar es a echar un looking como el sexo es a la sexología.
Ella se levanta para ir a ducharse mientras él se queda casi dormido pensando que llueve.
Piensa que es raro que llueva terminado recién el verano, pero le acomoda saber que ha tomado café, en una noche como esa.

no sean rotos, respeten mi espacio



Aunque ni yo me lo crea hoy seré breve por dos razones.
La primera es que no es posible que siempre me quede algo que decir y salga incólumne.
La segunda es que me gustaría que esto fuera un arrebato y no un discurso, como ese tema de 2 minutos.
Sé que soy un idiota cibernético pero aún asumiendo mi estupidez máxima nada me priva de decir que odio un poco a my space.
1. Porque con toda mi buena intención tuve que hacerme uno mula para mandar un comentario.
2. Porque ya llevo como 10 negativas de decir algo (tal vez es Dios si es que existe) y me sale el mensaje de que no puedo decir nada porque no soy amigo. ¿Desde cuándo para decir algo hay que ser amigo? Algo me huele mal en todo esto.
3. Me huele mal la necesidad cada vez mayor de tener que presentarse.
4. Peor me cae esa sensación de que en un tiempo más deberemos pedir permiso para comunicarnos y si no queremos hacerlo obviar mirarnos a la cara. Ya me parece demasiado que en este país de heroes, los pacos o los combos sean los intermediarios del 60 por ciento de las diferencias.
5. Sección preferencias: No sé ni que puse pero tuve el impulso de poner algo no tan tal vez necesario para mí para no sonar pedante. Pongamos algo kitsh para parecer irreverente. Algo idiota para no parecer serio. Algo dudoso para no parecer fascista.
6. Iba a mandar a todos a la chucha pero en realidad lo único coherente sería el silencio ¿y qué mierda hago si a veces me cuesta tanto?
7. Me hago un my space y lo digo.
8. No quiero ni volver ahí. Ya me basta con haber hecho un blog un día que me patearon y estaba más triste que el final del tango que dice ni el tiro del final te va a salir.
9. Sé que volveré pero no sé cómo.
10. Criticar my space desde blogspot es como criticar la sociedad de mercado desde un wi fi del Mc donalds comiendo ensalada, que es aún peor.
11. Porque contaré hablando de él que me acabo de retirar de la escritura de esta lista 25 minutos intentando encontrar dónde mierda había escuchado el tema eyes de rough wave. Se me dio por buscar en películas y no salía nada. Hasta que busqué más al azar y supe que la había escuchado en Heroes. La serie.
12. Culparé a la lógica my space de ser también parte de ver cosas en serie. De medir el tiempo para que me calce con mi despertador. No…. mi amor, no veamos esa película que puede estar increíble porque es larga. El puto Word cuando para decir larga utilizo varias letras a en la primera a de la palabra para que se lea también más lentamente, me corrige y deja todo de nuevo en larga. Deja todo en como las cosas deben ser. Razón en acto podría llamar a eso.
13. Laaaaaaaaaaaaarga. Ahora sí, era cosa de apretar la barra espaciadora. Ojalá que este parrafo no sea razón para que mañana me lleguen 200 spams de viagra.
14. Este……es mi espacio y sépanlo de una vez…….
15. ¿No ven mis fotos?
16. ¿No ven mis nicks tan pero tan mios?
17. ¿No ven que cada día me entreno para decir cosas más interesantes?
18. ¿No se dan cuenta que sólo puede criticar my space alguien que no ha encontrado el suyo?
19. Prefiero no tener espacio que que me tengan que decir cual es el mio.
20. Other space.
21. El My pueden regalárselo al discipulo del puma que quiere tener un millón de amigos.
22. Por favor, no se olviden de ver mi página.

shhhhhhhhh



“Tu pelo negro es como pelo negro
El mío prometo que es el pelo de un idiota
Tu acné es como una perla
El mío juro que es una piedra de azufre
No soy así
Cómo pensaste que podría serlo”.

aca los pianos los usamos para hacer asados



The piano has been drinking
my necktie is asleep
and the combo went back to New York
the jukebox has to take a leak
and the carpet needs a haircut
and the spotlight looks like a prison break
cause the telephone's out of cigarettes
and the balcony's on the make
and the piano has been drinking
the piano has been drinking...

and the menus are all freezing
and the lightman's blind in one eye
and he can't see out of the other
and the piano-tuner's got a hearing aid
and he showed up with his mother
and the piano has been drinking
the piano has been drinking

cause the bouncer is a Sumo wrestler
cream puff casper milk toast
and the owner is a mental midget
with the I.Q. of a fencepost
cause the piano has been drinking
the piano has been drinking...

and you can't find your waitress
with a Geiger counter
And she hates you and your friends
and you just can't get served
without her
and the box-office is drooling
and the bar stools are on fire
and the newspapers were fooling
and the ash-trays have retired
the piano has been drinking
the piano has been drinking
The piano has been drinking
not me, not me, not me, not me, not me

inmigrante pero jamas "me dicen el clandetino"




It was Christmas Eve babe
In the drunk tank
An old man said to me, won't see another one
And then he sang a song
The Rare Old Mountain Dew
And I turned my face away
And dreamed about you

Got on a lucky one
Came in eighteen to one
I've got a feeling
This year's for me and you
So happy Christmas
I love you baby
I can see a better time
When all our dreams come true

They've got cars
Big as bars
They've got rivers of gold
But the wind goes right through you
It's no place for the old

When you first took my hand
On a cold Christmas Eve
You promised me
Broadway was waiting for me

You were handsome
You were pretty
Queen of New York City
When the band finished playing
They howled out for more
Sinatra was swinging
All the drunks they were singing
We kissed on the corner
Then danced through the night

The boys of the NYPD choir
Were singing 'Galway Bay'
And the bells were ringing
Out for Christmas day

You're a bum
You're a punk
You're an old slut on junk
Living there almost dead on a drip
In that bed

You scum bag
You maggot
You cheap lousy faggot
Happy Christmas your arse
I pray God
It's our last

I could have been someone
So could anyone
You took my dreams
From me when I first found you
I kept them with me babe
I put them with my own
Can't make it all alone
I've built my dreams around you

Tuesday, March 27, 2007

la exquisita fomedad de lo concreto



Ahora me doy permiso para hablar sobre mí. (como si todo lo que hiciera no fuese eso). No puedo especificar si son nervios o sólo una racha desconocida la que se me está viniendo. Anhelo que la inspiración no mate el sentimiento que debe darse vuelta para producir.
Me cansé de las pantallas. Me cansé del romanticismo. No me interesa que el beso tenga luz rosada. Me interesa que tu saliva me interese. Me interesa que caiga estúpidamente en una mala pisada. Y que me vea tonto, y que me vea niño, y que tú sin embargo, me llames al otro día para comentar el desayuno.
Me interesa que lo nocturno y sus ruidos sean una cosa más y no un empaque del momento.
Me interesa mirarte y tener alguna certeza que juegue al juego de la indiferencia con una dulzura definitivamente segurizadora. No me interesa que escuchemos de nuestras bocas alguna que otra frase “genialoide”. No me interesa que creemos un amor de otros. No me interesa el género humano, me interesan tus manos.
Me interesa que si jugamos a la muerte lo hagamos muriéndonos. Me interesa que no exista una excusa para mirarnos, que nos veamos porque explicitemos con humildad que necesitamos de algo que no tenemos por qué definir. Me interesa que me sigas encandilando cuando intento descubrir la dirección de tu mirada.
Calla para mirarte. Calla para poder sentir si tu silencio hace que mi estómago reviente de presencia. Calla para que nos vayamos perdiendo, y ya no sepamos qué nos ha llevado adonde estamos.
Calla para que pueda sentirte sin la cárcel verbal que sólo me hace especular motivos. ¿Qué mierda quieres decir cuando dices eso? ¿Qué mierda significa ese tono? ¿Cuál es esa relación que haces?
No me hagas decirte ya más nada. No quiero hablar. Quiero bailar. A todo este enredo le está faltando cuerpo. No quiero saber sobre aquello que no se dice. Ya mi cabeza está agolpada por la especulación. Propongo simplemente, sentir desde lo que existe aunque deba pedir disculpas por mi concretitud.
Me cansé del quizás. Me cansé de lo que hay que esperar mientras somos lo que aún no somos.
Me cansé de lo concreto. Me cansé de lo correcto. Me cansé de tener que esperar a que los actores ensayen lo necesario.
Me cansé de las butacas.
De los acomodadores.
De que cerramos a las 12 los días de semana y hacemos una excepción los fines de semana.
Me cansé de que el cansancio sólo sea una confirmación de eso que ya te habían dicho.
Me hastié de que el romanticismo se quede en el ego de necesitar que nos acomoden las bufandas. Sé que te necesito cerca pero no como la vecina que te presta sal ni como la amiga que te aconseja.
Es ahora cuando más necesito definirme, es ahora cuando tengo la vida en mis manos y tú te me presentas para encantarme y recordarme que el mundo no es sólo un gran misterio.
Tiene ciertas certezas que tranquilizan a la labia, tiene ciertos segmentos pegajosos que hay que respetar que dejen de sostener de hilo débil a lo que nos vamos aferrando. Es ahora cuando tengo la posibilidad de optar acerca de lo que eres en mi vida.
Es ahora cuando se me exige que acepte que esa canción que tarareo cuando ya no estás la escuché de ti.
Es ahora cuando, también, puedo jugar a seducirte, si me parece que tengo ganas. Es ahora cuando sé que sólo puedo obtener verdad de todo esto. Es ahora cuando lo que uno creyó conquistar te conquista.
Ahora que sé que soy la misma persona desde que me besaste, puedo asegurar que el asunto de los contratos me complica.
Es la disyuntiva que se aleja del corazón y comienza a tornarse tan definitivamente mental. He tenido que caer en la sinapsis para no paralizar el paso con esa entraña que se va tornando más y más apretada.
Quisiera que la idea se fuera alejando para dejarle el camino libre a la osadía de vivir las angustias. Quisiera que te transformaras en mi propia predicción, para así sentirte como el ser humano que eres aunque caiga en esta generalidad idiota que intenta nombrarte.
No podría perdonarme por obsesionarme con la idea de que alguien me quiere y me dedique el día entero para elegir la canción o el disco que por fin me sorprenda.
Nadie es demasiado importante como para exigir tal sortilegio y nada es demasiado fundamental como para recibirlo.
Me sumo al compromiso de sorprenderme con lo cotidiano, el compromiso que me hace soñarte celosa y despierta.
Quisiera poseer el desapego necesario como para prepararme a que toda esta fantasía también tiene reloj, también tiene confusión y mi infaltable tristeza.
Mi tristeza es mía y nada más diría Favio, pero parece que por lo menos para mí, ya no me alcanza con eso.

Monday, March 26, 2007

mi enemigo favorito



¿Qué es un delete más que el recuerdo de que borraste algo y encima de que quisiste borrarlo?
Ya no sé si es preferible convivir con lo que no borraste o hacerlo con lo que termina convirtiéndose en una especie de monumento al que sólo le falta la cara.
Si la papelera funcionara igual para lo público que para lo privado podríamos hasta olvidarnos que alguna vez hicimos el gesto de arrugar ese papel que algún día estuvo más planchado que un traje de Elton john.
Pero no es así.
¿Qué pasa con las sobras de lo que botamos?
¿O cómo hacer para borrar también el gesto de haber borrado?
¿Quién quiere vivir en un eterno resplandor de una mente sin recuerdos?
Yo no.
O a veces sí.
Que triste sería poder elegir un alzheimer.
Que triste sería olvidarnos de que somos capaces hasta de llorar con canciones hechas como se hacen los horóscopos de los fines de semana.
Que patético es pensar que algún día podrías sentirte representado hasta por Julito Videla.
Que triste sería tener 60 años y que hagan de tu nombre un diminutivo.
Que penoso calentarse con un peluche.
Que increíble decidir que dejarás de usar algo creyendo que teniendo un reloj manejas el tiempo y no al revés.
Qu penoso es incluir frases increíbles sólo para que haya cierto contraste o para ahorrarte llamadas al día siguiente desde el 0-300 estamos preocupados por ti.
O sea tenemos otras cosas que hacer y ojalá las resuelvas rápido para que dejemos ese pre tan poco productivo y nos ocupemos en puros post.
En puro horizonte, en puro mirar pa adelante sin que importe como se llegó ahí.
¿Para qué perder tiempo en pensar cómo las cosas son si ya están ahí antes de pensarlas?
Todos tienen una misión en la vida y si no te queda claro o eres tonto o eres resentido. Te castigaremos por sentir dos veces en vez de una porque estamos en el mundo de los que sienten no de los que resienten.
Te castigaremos por exagerar el sentido o entenderlo demasiado.
Te castigaremos por ser tonto y no entenderlo.
Te castigaremos porque para eso estamos. No sólo para castigarte sino que para que creas que te lo mereces.
Para que te adaptes a las horas apropiadas para pensar. Para que seas responsable. Para que hagas de tu cuerpo un templo y no una redada.
Y sobre todo para que sigas pensando que hay un enemigo.

Sunday, March 25, 2007

preferiria no hacerlo pero quiero hacerlo





A los ¿pero cómo tanto? Podría responder ¿pero cómo tan poco?
No sólo podría sino que me sería bien fácil hacerlo.
Pero sería como una feminista, que se llama así, por dedicarse a invertir lo que la subyuga masculinamente en vez de criticar las lógicas que arman esos extremos.
Hoy podría ganarme varios enemigos porque más que encontrarme con amigos me reencontré con discos y encontrarme con discos es si o si un ejercicio de historia.
Si hoy fuera EEUU, tal vez temería por la cantidad de Hiroshimas que andan dando vueltas y lo fácil que sería apretar el botón para detener la historia o por lo menos que se asuste.
Podría sentirme como la pelota de serrat con la que hay que dejar de joder pero no quiero dejarme de joder.
Tampoco quiero tener que desear estar de acuerdo con tanta piedad vestida de lobo ni con tanta tolerancia musical.
¿Qué puede ser interesante de alguien que viva citando por ejemplo a Maná o a Cristián Castro?
No quiero ser más talibán de lo que soy pero ¿por qué citar a alguno de estos dos en vez de hablar uno?
¿Es necesario citar a Maná para decir no puedo vivir sin ti?
Hoy no quiero bailar sino saber realmente con quién hacerlo.
Un tipo grita Seba en el pasaje y recuerdo a mi primo que vive en Argentina y a otro que no sé en que categoría ubicar.
Y justamente ante la eterna pregunta, más eterna aún después de alta fidelidad, con respecto al orden que le daré a los discos, he respondido que primero deben estar dentro de las cajas para pensar después que tipo de arbitrariedad las acomodará.
Esto podría ser una metáfora estilo carrie Bradshaw pero ojalá que no lo sea o que sea peor si es que hay que hacer alguna relación.
Si fuera tan fácil hacer eso ya lo habría hecho antes y si me arriesgo en entender esa dificultad podría decir que algo entiendo de todo esto con la segunda camada de discos que ya hay en el piso.
Cajas buscando discos.
Discos buscando cajas.
Cajas miedosas de ya no servir.
Discos intentando conformarse por lo menos con ser del montón.
Otros felices de irse tal vez a otro lugar donde los traten mejor pero también tal vez los escuchen menos.
Discos ofendidos por ser dejados de lado por otros más mediocres.
Discos que en realidad no dicen nada más ni nada menos que lo que uno les hace decir.
Y aquellos que piden por favor ser más escuchados que leidos o por último que si no hay nada que decir que sea una nada nada, no una semiótica.
El retorno a casa de muchos de estos discos ha sido bien lento y creo que a modo de venganza, no sé cómo, han quedado en una misma pila 3, de probablemente 20 discos, que forman parte de casi los favoritos de toda mi vida.
Es obvio que es demasiado obvio(VLR) que cualquier persona cuerda se preguntaría ¿cómo es que 5 de sus probablemente 20 discos preferidos estén en ese abandono?.
La respuesta también es obvia así que no la contestaré.
Me sentí durante un momento un consejero de pareja que intentaba juntar una caja con un disco.
Encontrarlos no era suficiente porque, o la caja estaba rota y el disco pensaba que quería algo mejor o la caja quería ser disco y el disco decía que siempre ha sido disco y lo seguiría siendo.
¿Por qué? Preguntaba la caja
Porque sí- respondía el disco.
Pero si estás todo rallado- contraatacaba la caja
A lo que el disco dijo algo que le puso fin a la discución.
Mira caja- murmuró el disco
Tú sirves sólo para protegerme. Al que escuchan es a mí y entiéndelo de una vez por todas.
Envaléntonados por este discurso estilo Mel Gibson, el club de los 5 me saltó a la cara y me reprochó más cosas que una mezcla de todas las ex, una madre y una orientadora vocacional juntas.
El primero del batallón de los 3 atacó con la siguiente artillería en manos de waterboys:

Well I've had enough of the ways of men
said I've had enough of the ways of men
Yes, I've had enough of the ways of men
his sordid games rape my brain


y luego me obligó a tener que recordar cuál, entre todos esos, era el tema que cuando lo escuché por primera vez me pareció tan simple y honesto que me hizo escucharlo unas 30 veces en un par de días.
Necesitaba saber si era flojera o había otra cosa en esa simpleza que era más bien una cierta mirada frente a las cosas. Una distancia que aún no entendía.

Asi decía:

Seven O'clock in the morning and I'm riding the overnight train
I've got ten tonnes of luggage but I left it behind when I came
I look at my watch, says September seventeen
we're riding past some place where I've never been
And I'm waving through the window as we go
somebody says "Well, hey, what are you waving at?"
Well what have I got to lose
somebody might wave back

Seven O'clock in the morning and I'm carrying bags under my eyes
been awake all night, counting the hours to sunrise
(Drawing patterns/Beating rhythms) on the tabletop
I lift my gaze and my mouth just dropped
Someone waving in the window at me
and I say "Hey there, what are you waving at?"
When he says "What do I have to lose,
somebody might wave back"
What do I have to lose,
somebody might wave back

Apareció en segundo lugar “her Hand writing” de Trembling blue Stars y por más que intenté recordar si ese fue el primer disco después de The Smiths, donde las guitarras realmente me mataban, no pude hacerlo.
En realidad lo presté hoy rápidamente para no tener que vérmelas con esa historia.
Hace un año vi de nuevo pesadilla 1 y hubiera preferido no verla.
De la imagen de una escalera que no podíamos bajar cuando la vimos solos con mi hermano como a los 12 a la parodia que hizo el futuro de eso, no hay demasiado que dudar.
A que voy?
A dónde voy?
Corta los prólogos idiotas que no llevan a ningún lado dicen los que ya no llegaron hasta acá o ya derechamente nunca más quisieron leer.
Al que no quiera prólogos que vaya al Sernac.
Al que quiera las cosas como son que me diga cómo han sido que son y me hará un gran favor.
Al que crea que la no-ficción no es ficción lo envidio.
Al que todavía anda esperando la respuesta del a qúe voy y a dónde voy le intentaré responder.
Jajajajajajaa
En realidad ese le es digno de futbolista que habla con los botines así que la fé de erratas dice me.
Y el jajajajaja es patético así que tómenlo como parte del argumento.

Voy a lo siguiente:
La música no me acompaña, me persigue.
Ordenar discos con intervalos tan largos es disfrutar como cuando te encuentras un billete de 10 lucas en un pantalón que te pusiste por casualidad.
O enfrentarte a cómo sentías las cosas que quisiste olvidar o que definitivamente olvidaste.

Devastation my door was left open wide
You brought me into your heart then you swallowed my pride
I had a feeling you were hiding your thoughts
I made a note to myself I nearly forgot
Now I am overwrought
Im overwrought

And I thought if I towed the right lines
But these mockingbirds wont let me shine

Esta canción será siempre una cuneta y la única botella en km, que ante la imposibilidad de la mera pregunta por su temperatura y su paso al tacto, dejó de ser la única cerveza en km para pasar a ser un collage de vidrios molidos.
Fue mi defensa a tanto amigo new wave que llegó a cansarme.
Fue poder decir que Simon Y Garfunkel son en general una lata.
Fue acto seguido empezar a leer otras cosas.
No digo que Grant Lee Buffalo sea LA CAUSA de todo esto pero sí digo que uno se va acercando a unas orillas y no a otras, a unos perros y no a otros.

El tercer disco fue tal vez el que contenía la letra que más he repetido en mi vida, todo gracias a eternal flame.


Close your eyes, give me your hand, darling
Do you feel my heart beating
Do you understand
Do you feel the same
Am i only dreaming
Is this burning an eternal flame

Aún a esa edad era realmente insoportable ese tonito como de boy scout y la profesora en un momento de lucidez dijo que al día siguiente cada uno podría llevar una canción en inglés para traducir.
Yo llevé I know its over y aunque he repetido la letra 1000 veces no hay caso de que me canse.

I can feel the soil falling over my head
And as I climb into an empty bed
Oh well. Enough said.
I know it's over - still I cling
I don't know where else I can go
Over ...
Oh Mother, I can feel the soil falling over my head
See, the sea wants to take me
The knife wants to cut me
Do you think you can help me ?
Sad veiled bride, please be happy
Handsome groom, give her room
Loud, loutish lover, treat her kindly
(Though she needs you
More than she loves you)
And I know it's over - still I cling
I don't know where else I can go
Over, it's over, it's over, it's over
It's over, la ...
I know it's over
And it never really began
But in my heart it was so real
And you even spoke to me, and said :
"If you're so funny
Then why are you on your own tonight ?
And if you're so clever
Then why are you on your own tonight ?
I know ...
'Cause tonight - it's just like any other night
That's why you're on your own tonight
Your triumphs and your charms
While they're in each other's arms..."
It's so easy to laugh
It's so easy to hate
It takes strength to be gentle and kind
Over, over, over, over
It's so easy to laugh
It's so easy to hate
It takes guts to be gentle and kind
Over, over
Love is Natural and Real
But not for you, my love
Not tonight, my love
Love is Natural and Real
But not for such as you and I, my love
Oh Mother, I can feel the soil falling over my head
Oh Mother, I can feel the soil falling over my head, oh ...
Oh Mother, I can feel the soil falling over my head
Oh Mother, I can feel the soil falling over my head
Oh Mother, I can feel the soil fall over my head
Mother, I can feel the soil fall over my head
Oh Mother, I can feel the soil fall over, fall over my head
Oh Mother, I can feel the ... fall over my ...
Oh ...


Y esto que fue se me aparece ahora volviendo a su caja. Si hay un momento en que debiera ponerme místico es este donde presencio la vuelta al hogar del disco y al mismo tiempo la vuelta a mi memoria de lo que ese disco fue.

Sunday, March 18, 2007

la cara de dios




Vuelvo al palo a esta ciudad del palo diría Calamaro.
Primera vez que vuelvo por menos de 3 días.
Primera vez que ¿“toco”? para un público extranjero. Primera vez que ese extranjero es en un 75% parte de mí.
En una escalera me preguntaron pero tú que te sientes ¿más argentino o más chileno? y en serio debo decir que es un gusto cuando en la cara del otro ves realmente una pregunta y no la espera de una confirmación.
Volví después de eso a seguir poniendo música y ahora que cuento todo esto ya me estoy dando cuenta que probablemente ya caí para los ojos ajenos en las arenas movedizas del chauvinismo más idiota.
No me importa porque con la excusa de una objetividad aún más idiota me dedicaré a describir los hechos.

Descripción 1: De las 3 personas que se acercaron a pedir música ninguno se creía patrón de fundo.

Descripción 2: Los dos que recibieron como respuesta un: no, no voy a poner eso, me dijeron gracias.

Descripción 3: Aunque en un momento puse música que podríamos llamar “desconocida” y bailaban 20 de 350, nadie pifió.

Descripción 4: Cuando al final me tuve que llevar los equipos, los 7 a los que les corté la música me ayudaron sin preguntar nada.
No eran de los que ayudan cuando una fiesta se interrumpe y sólo lo hacen para que siga. Son los que ayudan cuando ya no tienen demasiado que ganar.

Descripción 5: El hijo del cumpleañero se mandó un documental de antología de su padre donde se notaba cuánto de la relación con él había sido reflexionada, cuánto había sido compartido.
Me pasó lo que me habría pasado ante una buena película. Me creí casi enteros todos los diálogos. Desde la madre hasta el diariero de la esquina. Estuve ante amistades tan desinteresadas que me asusté un poco.
Estuve ante la belleza de dos hijos leyendo de tal forma a su padre que estaba a punto de llorar. Estaba nervioso. Miraba los gestos del padre intentando confirmar que yo tenía razón al pensar que su hijo tenía demasiada razón. Debía tenerla porque sino el mundo era definitivamente una mierda.
Añoraba que por alguna vez el éxito se midiera por sorpresas.
No iba a conformarme con que igual la intención valía la pena.
Quería que alguna vez ganaran los buenos.
Y hoy lo hicieron.
Mailer se equivoca porque hoy bailaron también los duros.
Hoy se sentía en el aire una especie de tregua generalizada. Hoy no puse todo lo que me pidieron pero quise hacerlo. Se lo merecían de verdad.

6: Hoy aprendí lo que sucede cuando la gente no disfruta por obligación ni toma rápido por si se acaba el trago.
Hoy vi bailar con unas luces tipo estadio nacional donde nadie miraba para el lado para olvidarse de su descoordinación criticando al otro.
Hoy no vi diferencias de edades ni que a los viejos se los tuviera que tratar como si estuvieran en un tour que duraba dos horas.

7: En un momento en que salí a fumar me sorprendió que todos llegaran con regalo porque prefirieron gastar su tiempo en elegir uno y no dedicarlo a elegir una excusa creíble.
Pero lo que más me llamó la atención es que por las caras con las que entraban al salón, el regalo era un agrado más que un ticket que compraba el ahorro de la vergüenza de llegar sin él.

8.Buenos Aires está lleno de judíos porque cuando mezclé nagila ava con Technotronic fue uno de los momentos más efervescentes de la noche.

9. Por lo menos ninguno de estos judíos me acusó de blasfemia. Un día probaré que pasaría por ejemplo si hago lo mismo con el ave maría.

10. Me encontré meando al lado de uno de los mozos porque no existía apartheid bañal.

11. Llegamos como a las 7 a la casa del cumpleañero que repetía 60 veces el rito y su gesto me recordó a Nicanor Parra cuando una vez en su casa nos pasó un pan que cada uno debía desmembrar.
El cumpleañero empezó a repartir los regalos para que lo ayudáramos a abrirlos.
Había demasiados. Había tal vez más que en una lista de Falabella de hija de presidente.
Y mientras los abríamos los comentábamos.
Una botella de champagne con metal incrustado que nos llevó a la pregunta de si estábamos ante un trío de ases o un bluff.
Un conjunto de agenda, billetera y algo más, realmente horrible. De ese cuero beige que los que tienen pésimo gusto creen que es de buen gusto. Era del estilo platería de la Dehesa para poner en la mesa de centro.
Saramago. El goce según Braunstein. Coetze. Eco. Sandor Marai. Un libro de la historia del diseño erótico. Un disco triple de jazz donde recuerdo más el 1 que tenía Nina Simone, Billie Holliday, Carmen Mcrae y Sarah Vaughan.
El segundo tenía a Mingus pero ya se ponía medio fusión y el tercero decidí olvidarlo porque ya la fusión se completaba.
Un vinilo de Frank Sinatra.
Un juego de todo lo que rodea una botella de vino. Destapador, termómetro, ese aro feo para que no gotee y dos cosas más.
Una de esas cosas de aromaterapia donde se pone una vela abajo y arriba el equilibrio espiritual.
Un dvd de Eric Clapton y otro de Maria Callas.
Una caja con 5 películas francesas del 2005 al 2006.
Otra que recuerdo que mezclaba a Lars Von Trier con Bergman. Si fuera un curso de inglés podríamos decir que te garantizamos llegar de uno al otro en un solo paso.
Si te demoras más te devolvemos la plata porque eso dice el estatuto 9 de dogma y no se te ocurra dudar de que será así porque por eso se llaman dogma.
Por todo esto y mucho más siempre preferiré a Bergman porque las pocas veces en que suelo encontrarme con la verdad, es de todo, menos aburrida.

Wednesday, March 14, 2007

Qué hacer con los pies si uno no es zapatero

El metro no es tal vez el lugar para una segunda oportunidad ni para intentar pensar lo que significa tenerla. Ni tampoco eso que uno daría porque otros la tuvieran.

Es así como hoy vuelvo a escribir de Elliott Smith, ya que no he podido sacármelo de la cabeza e intento por lo menos ese segundo momento inútil que él no tuvo, tal vez para sentirme o convencerme de que estoy más vivo.

Es el momento en que uno vuelve a abrir las tapas de los discos tratando de reconstruir esa cara que en los últimos días ha mezclado la pena y el terror como sólo puede hacerse si es que uno juega con el as del tiempo en la manga. Descubriendo que la muerte lo cambia todo porque lo que siempre fue una fantasía de futuro en nuestro estante de discos muestra ahora sus peores dientes mordiéndose a sí mismo al no poder lidiar con los costos de lo manoseado de ser hombre.

Desnudo de esa sabiduría de nuestros abuelos que lograban resumirla en un simple “hacerse hombre” intentando convertir una pregunta en un acto.

Frase que odio desde que tengo uso de razón pero que ahora se vuelve algo sabia más allá de mí y de los chapoteos de mis palabras que no saben nadar e intentan patalear entre tanto sinsentido.

Es eso que no alcanza a entrar en la postal turística que le venderíamos a los extraterrestres si dejaran de ser una fantasía para transformarse en un negocio tangible. Ese “whisky” de la foto que por lo menos lograra contestar publicitariamente eso que somos y que hoy se ha vuelto una pregunta que no logro formular, porque se me ha perdido ese mínimo nudo desde dónde poder hacerla.

Extraño de esta manera a aquellos que por lo menos pueden hablar de un norte o algo que los sitúe en una especie de mapa imaginario de lo que vendrá.

Lamentablemente hoy para mí es un nudo que ha paralizado cualquier dirección posible.

Me he quedado sentado en las escaleras del metro mientras la gente corre sin saber que Elliott Smith ha muerto. Quiero creer o inventar que mi desamparo no es una forma de snobismo que se tranquiliza con un nombre, haciéndome poseedor de una verdad que los demás no conocen sólo por falta de información.

La verdad es que entre tantos pies que creen saber hacia donde van o que el ir se les ha vuelto una costumbre, creo ver una muerte que logra hablarle a todas esas muertes cotidianas vestidas de repetición, que las hace seguir respirando en el intento valiente de querer decir algo más allá de uno.

Esa lucidez del más allá que siempre esperé como casi la única cosa por la que vendería el alma si por lo menos pudiera mirarla a la cara.
Aunque sea la de Fausto la prefiero a la estupefacción de un cuchillo en dirección de harakiri.
No sé si seré honesto y lúcido cuando la enfrente, sólo sé que en estos momentos no me da miedo sino que me parece patética en su intento de tratar de convencerme.
Esta vez se ha quedado sin la retórica que pudiera decirme algo, esta vez ha perdido todo mi respeto.

Es una estatua que petrifica todo de manera horrible, es una caricatura de sí misma que sólo puede vivir de otros. Es un parásito sin sangre y un banquero que no tiene nada propio y vive de los demás.

Tal vez por eso hoy me vista de general después de la batalla y tenga que lidiar con las interpretaciones que cobran un sentido asqueroso y ridículo, ya que con él vivo por lo menos todavía existía la esperanza de una respuesta a esas canciones que creíamos que hablaban de nosotros. Y que la soledad, era sólo una ilusión, a la que por lo menos podrían visitarla las pastillas.

Ahora quedan esas frases cobrando un sentido comandado por lo que ya no tendrá respuesta. Ya no existe ese punto que permitía la pregunta que tal vez nunca iba a hacerse pero tenía su futuro escrito en ella.

Que hacemos ahora con algo así:

“So now you see your first mistake was thinking that you could relate for one or two minutes she likes you”

Que hacemos ahora si nuestras propias preguntas se convertirán en la copia del que mejor las formulaba.

Sé que decir esto me deja en una mala posición, en un súbdito idiota que espera escuchar algo que jamás podrá ser dicho, pero lamentablemente debo decir, aunque suene exagerado, que se han llevado una parte de mi oreja o de eso que me ayudaba a espantar el ruido entre tanta mierda.

Me quedo con la tranquilidad de que si dios existe tendrá que escuchar unas cuantas verdades acerca de su inutilidad, mientras los ángeles corean y aplauden con las alas cada una de sus canciones.

Monday, March 12, 2007

el voyeur de sí mismo



Es interesante pensar en cómo un accidente tan trivial como un esguince te obliga a mirar las cosas desde otro lado, desde esa ventana indiscreta personal que no apunta al edificio de enfrente sino a ti mismo.

Hitchcock mereció su nombre desde que la ventana situada enfrente empezó a mirar a ese James Stewart que todos llevamos dentro.

Siento una rara sensación, como si por un momento fuera posible imaginar la imposibilidad de la huída o representar esos tiempos detenidos que se hacen cómplices de mi pierna derecha. Aquella compañera muda que parece hablar sólo en estos momentos o cuando el dolor habla por ella. Partes del cuerpo que sólo existen como mensajeros de malas noticias o espasmos que se ríen de los orgasmos múltiples o las recetas kamasutra.

En este caso, hacen volver sobre mí, imágenes que había dejado pasar en esos continuos de tiempo que construímos para darnos sentido intentando jugar a que no existen para poder respirar tranquilos sin saber que lo estamos haciendo.

Vuelven cosas que había dejado pasar en ese continuo de los pies al caminar y que ahora me muestran que habían estado enyesadas, enquilosadas, detenidas, aún más que ese monumento en lo que se ha convertido mi pierna. Lo primero que pienso, es que lo real del yeso funciona como una metáfora del caminar como una especie de negación, abriendo la pregunta acerca de cuáles son las muletas que usamos el resto del tiempo y que de reojo nos hacen caminar en ese azar impar del todo o nada.

Muletas que nos sostienen sin pedirnos permiso y alojan en nosotros sin que sepamos qué es lo que sostienen.

De ahí tal vez su fascinación ausente y pasaporte falsificado sin nombre que la identifique, pero que aún así logra sostener la ilusión de que nos habita. Como un terror personal con cara de alien, aunque más querible que el de la película porque no es necesario mirar hacia fuera ni tener que explicarlo. Tal vez como nuestro propio límite al misticismo de revista de sábado o al feng shui que nos dicta desde dónde debemos mirarnos.

Hay discos que me han salvado de todos los nostradamus que nos dictan un sentido o servido de muletas cuando pudiendo caminar no quería levantarme de la cama.

Otros que me hicieron comprender que esa partícula en el universo que soy, podía comunicarse con alguien sin temor a cubrir mis preguntas con un manto de piedad.

Me han contestado cuando no podía preguntar y me han mirado cuando no podía sostener la mirada.

Me han mostrado que a veces soy demasiado serio en mis preguntas o que pregunto cosas sin respuesta sólo por el hecho de dirigírselas a alguien. Las canciones también se han reído de mí y me han acompañado con la paciencia de algo ya hecho.

Algo que no puede vestirse de moda porque es sólo de uno y de esos momentos en que buscamos o repetimos estrofas hasta el hartazgo, con la ilusión de que la vida pudiera ser una prueba de esas que pasamos repitiendo manuales o pudiendo elegir lo que queremos repetir.

Lamento decir, que como no elegí usar muletas este mes que me queda de mirar espaldas que me dejan atrás, tampoco he elegido las canciones o las estrofas que me han acompañado a pesar mío y a las cuales les agradezco su obstinación sin cara, de las cuales tal vez me habría alejado coreando a lo Bob Dylan: Don't look back.

Les agradezco la enseñanza de que el sentido de las cosas puede ser un yeso de eso que camina en nosotros sin que queramos.

Tom Waits lo ha dicho mucho mejor que yo en esa frase que dice "the piano has been drinking" y debo decir que tiene demasiada razón, no en el sentido de una excusa, sino de eso que habla más allá de él.

pum pum pumky




Pocas veces he leído un prólogo antes de una novela y menos veces me he interesado por escudriñar en la vida del autor de una obra que me ha cautivado. Le tengo fobia a la interpretación biográfica del estilo “su madre lo trató mal, por eso sus letras destilan esa misoginia que en realidad no se dirige a las mujeres en general sino a su madre”, porque creo que dicen más de quien las escribe que de lo que se intenta decir.

Los prólogos, la biografía y las interpretaciones sólo me interesan si el autor se interna y logra dar cuenta de la imposibilidad de la objetividad, si asume el lugar desde donde habla como un intento de vérselas con una verdad esquiva, inseparable de la visión que se tiene de las cosas. Siento pena por los problemas que algunos tienen en la búsqueda de esa objetividad en forma de religión, cuando se ilusionan con un paréntesis o un más allá del estado de las cosas que los ha situado frente a un computador o una máquina de escribir.

Tal vez por esto, me dirigí al Cine Arte Alameda cargando las dudas de mi adolescencia (como cuando tenía que marcar los botones del teléfono de esa mujer que tanto me había costado conseguir), a ver el documental de The Pogues. Pensé sin demasiados argumentos que los documentales son una ficción temerosa de serlo, y que odio las librerías con carteles de no-ficción.

Luego fantasié acerca de las caras de los punks que tal vez se habían envalentonado la semana anterior con lo de Joey o con los Undertones, que venían después y habían sido publicitados por la muerte de John Peel. Imaginé que uno que otro cambiaría su forma de ver la vida, o que ese folklore fome se haría merecedor de por lo menos una tensión de las ideas preconcebidas. Luego me imaginé un documental triste acerca de los riesgos de la cirrosis. Después, a un director que filmaba desde la lástima.

Afortunadamente, me equivoqué y me vi obligado a repensar la idea manoseada de lo que actualmente significa el punk, porque no sólo descubrí que al protagonista le faltaban los dientes sino que también estaba descolocada la imagen que debiera representar para su público, ya que ese gran señor no sabe lo que significa ser un producto, por lo que tampoco entiende la lógica del consumo. Admira a los Sex Pistols y absorbe el folklore irlandés sacándolo de lo que pudiera ser una world music, ya que no conoce otro mundo que el propio. Me arriesgo a decir que para mí los grandes grupos nunca han entendido muy bien justamente esta dirección de sus palabras, y es esto lo que muchas veces los hace escribir, fantaseando esa dirección, dirigiéndolas a un lugar ajeno a las etiquetas y a los productores que saben qué es lo que hay que producir y cómo hacerlo. Me habría encantado que los que hablan tan claramente del rock and roll hubieran estado ese día para entender el por qué se habla de que el rock and roll es una actitud. No necesité demasiados argumentos para entender por qué en algún momento un grupo como Virus fue contestatario o por qué merece entrar en un recuento rockanrollero el hecho de que Dan Aykroyd y Belushi recibieran botellazos cuando tocaban blues para un publico country fascistoide en The Blues Brothers.

¿Qué pasa cuando el rock se acomoda en su etiqueta y su rebeldía adquiere un nombre dentro del estado de las cosas? ¿Sigue llamándose rock?

Que fácil se nos vuelve a veces pensar que el pop es un hermano pobre: sólo cabe en una peluquería si el rock tiene un lugar tan seguro dentro de nuestras certezas.

Me surgen estas preguntas a partir de un documental que ha sido filmando con una distancia que ha desconfiado de las etiquetas, y se ha acercado a una verdad sin nombrarla ni poseerla. Recuerdo cuando Godard se preguntó si era posible filmar la muerte sin sentirse un impostor, y empiezo a respetar todo lo que puede decirse pero que no es posible poseer: la relación entre las palabras y las cosas se vuelve una eterna infidelidad, una eterna poligamia en la cama de los significados.

Pienso en Billie Holiday cuando cantaba ‘Strange fruit’: debía cantarla como si esa fruta extraña fuera un negro colgado de un árbol, y su autor era negro, judío y homosexual, trilogía que hasta el día de hoy es sospechosa para muchos. Pienso cómo el rock funcionó durante mucho tiempo como un termostato de lo que sería pensado como rebeldía para que no fuera buscada en otro lado. Para que fuera una rebeldía calculada, una rebeldía visible que no permitiera buscarla en otro lugar.

Pienso entonces en la dificultad al hacer un documental de los Pogues respetando lo que de antemano sabemos que no entrará en el cuadro, y debo agradecer a quienes se dieron el tiempo de ponerlo dentro del programa y a los que aún usan sus ojos para ver lo que a veces es difícil ver; al esfuerzo de mirar de costado o de reojo, que aún no calza en el nuevo modelo de Ray Ban. Sigo con la ilusión: no me molestaría que el día de mañana Chico Pérez comentara en SQP el documental de Pogues, y que alguien en la calle tarareara una de sus canciones en vez de Enrique Iglesias o Karen Paola. Sigo creyendo que a veces lo más simple es lo más difícil, y que es todavía más complicado filmar lo que intento decir en este momento. Agradezco que exista gente más lúcida que yo y que me ahorre años de preguntas acerca de cómo decir eso que aunque esté en la punta de la lengua tal vez siempre se quede ahí. Que lo ponga en imágenes y que uno intente explicarlo y no pueda, y que todos los críticos de cine intenten explicar lo que sólo ha sido posible de ser dicho en imágenes y silencios, y que sea difícil ponerle estrellas y que no entre en ningún recuento anual porque sigue generándonos preguntas para los años siguientes.

Tal vez por esto lo pendiente se vuelve importante y no permite ser archivado como la espera de una novedad, como algo que ya ha sido dicho, sino como lo que aún nos sigue hablando.

Por ahora, esto es el documental de Pogues para mí.

kid on the block



Pocas veces alguien me entrevista con una luz enfrentada a mi cara y un micrófono enganchado en el chaleco. Signo de profesionalismo del que filma o cierto aire de importancia del que es filmado y tiene algo que decir a alguien que no sólo va a escucharlo sino que va a convertir ese momento en algo que puede volver a repetirse como la imagen de tu doble o el hermano gemelo que nunca quisiste tener, haciendo del olvido una especie de personaje de western que creyéndose muerto vuelve a la ciudad. No sólo no basta con escucharse decir estupideces sino que ahora pueden repetirse interminablemente.

Me apuro comiéndome las palabras que no diré y digo que me pagaron por la entrevista un disco a elegir y una botella de vino, y que tuve que hablar acerca de “los jóvenes” y el carrete.

No me interesa entrar en detalles sino decir que el hecho de hablar de otros siempre será un tema delicado, sobre todo porque una entrevista de este tipo se sostiene sobre el hecho de que uno tiene algún tipo de palco privilegiado para decir lo que se espera que uno diga, una especie de salón VIP incrustado en la realidad. Siempre he desconfiado de los que se creen más cerca y, por lo tanto, la situación me tenía bastante nervioso, en una espera interminable porque nunca sé qué es lo que se espera de lo que uno dice.

Pienso esto porque acabo de leer una traducción de un artículo acerca de The Streets, y lo primero que pensé es que cuando uno se entera de que lo que va a leer es una traducción, lo redobla, ya que alguien, en vez de hablar, creyó que lo que otro dijo merece ser dicho con la voz prestada. Es dejar de hablar para que hable otro y diga lo que uno no puede decir o lo que el otro diría mejor.

Quiero aclarar que lo que intento decir no es un ejercicio de demagogia, en donde creemos que nuestras palabras son más importantes sólo por el hecho de ser nuestras, sino que un ser anónimo para mí se me presente como profesor de literatura como si eso lo autorizara para hablar más allá de él. Debo decir que una cierta desconfianza endógena me hizo leer con particular interés lo que no sólo se dijo sino que se tradujo.

Suelo confiar más en un Pérez que en esos apellidos universales tipo Harvard o Yale, porque suelo creer que los nombres hay que ganárselos, saber llevarlos, hacerlos propios porque han nacido en la arbitrariedad de lo que no ha sido elegido. Digo esto porque me molesta cuando se habla con tanta seguridad y autoridad desde esos lugares pseudo científicos que creen poder interpretarlo todo sin antes dudar un poco del lugar desde el que hablan.

Es así como Mr. Stanford comienza diciendo que la voz de Skinner es la voz de un excluido, excluyéndolo dos veces al poner discutible entre paréntesis, pensando tal vez que porque él lo califica como algo digno a interpretar, el que lo llame excluido se vuelve discutible, ya que el poder de excluir o incluir es de él y sus estudios. El problema no es necesariamente éste sino cómo justifica eso que dice.

Con respecto a esto mismo me surgen algunas preguntas:

¿Por qué lo que va a decir el autor transforma la exclusión en algo a discutir? ¿Cómo entiende la exclusión? ¿Excluido de qué? Lamentablemente, no lo contesta y sólo podemos creer que el lugar desde donde habla es suficiente para decir, por ejemplo, que sus letras se deben al hecho de provenir de una clase inferior y carecer de cultura.

Me parece que si algo es digno de ser interpretado es justamente porque pertenece a la cultura y si a eso le vamos a agregar los adjetivos de alta, baja, llena o carente debiéramos estar de acuerdo con el hecho de que es la misma cultura la que nos hace comparar en los términos en que comparamos. ¿O será que hay gente tan superior para hablar de la cultura fuera de ella?

Parece que sí porque después se despacha sin dudar la siguiente pregunta: ¿Puede él conservar su autenticidad de clase inferior? No nos queda duda en cuanto a su habilidad artística, dice después, como si fuera tan fácil comparar habilidad artística y clase. Como si fuera una especie de excepción que lo ha hecho merecedor de ser analizado, comparándolo con Dostoievski y la parábola de las monedas perdidas, haciendo de las palabras algo a ser ordenado y domesticado por un saber que les dará lo que realmente se merecen, la verdadera interpretación, lo que realmente quisieron decir. Especie de Hogar de Cristo de los significados que prestará la ayuda necesaria para que el que nunca leyó a Dostoievski se dé cuenta de que no está tan mal y que en algún lugar de la calle, Skinner ha encontrado la autenticidad que se ha hecho merecedora de ser interpretada y salvada de todos los demás desechos cotidianos.

No creo que haya que ser muy lúcido para preguntarse por los parámetros que permiten contraponer la habilidad artística con la clase, como si comparásemos peras con manzanas. En este último caso podemos hacerlo o usar la diferencia como metáfora, porque es evidente que las dos son frutas, pero este señor no explica de dónde sacó la razón para su seguridad interpretativa y su sorpresa de que alguien sin cultura tenga habilidad para el arte. ¿Significa que escribe de él porque es una excepción? ¿O porque el autor maneja el fino arte de encontrar agujas en los pajares descubriendo arte donde no debiera haberlo? Esto es como pensar que la clase baja, como la llama él, sólo tiene destino de hooligan o futbolista, o eso que muchos antropólogos llamaban “primitivo”, creyendo tener la evolución de su lado. Mirando la realidad al estilo de esa especie de turismo gringo que busca de vacaciones rasgos distintos que los conecten con su lado salvaje, afirmando sin saberlo ese mito primitivo que creía que por comerse al enemigo lo incorporaba. El comerse puede ser entendido también en un sentido metafórico, al estilo de ciertas mujeres que he conocido en viajes y las cuales no me han calificado tal vez como suficientemente autóctono, por lo que no he quedado ni para el postre. Versión internacional del “me comí a una chana” o a una “warrior” y volví a mi casa a pensar en mi futura esposa y en cómo ella cuidará el jardín y su buen nombre.

¿Qué diría de esto Mr. Stanford? No lo sé, porque mis palabras no son las de él. En todo caso, acepto sugerencias.

Saturday, March 10, 2007

muerete cuando quieras pero te queremos



The possibilities are endless now,
the forecast not so good
for me now.
When you turned away
we tore apart.
Finding no better way
nor time this far, for us now.
Complete with all your misunderstandings
can barely rise to stay,
to see you now.
The consecuences are endless now.
The stream of thoughts that don´t make it out
for you now.
When you turned away,
you didn´t tore apart.
Finding no better way
nor time this far, for us now.
Complete with all your misunderstandings
can barely rise to stay,
to kill you now.
To kill you now.

Coolpa



Hace 3 días un compañero de trabajo intentaba hacer una gráfica que contenía las palabras aborto y muerte.
Yo bien humildemente le pregunté por qué le era tan fácil creer que eso era un sentido tan pero tan claro y no una postura de él.
Su respuesta fue del peor status quo posible.
Ese que no argumenta sino que más bien parece una gallina intentando hablar.
Ese que dice porque es así.
Y agrega porque siempre ha sido asi.
Ese no sentido que se apoya en eso que es obvio por repetición.
Si es tan obvio, explícalo le dije.
Que felicidad que me dan esos momentos porque en serio parece que estuvieran pensando pero en realidad sólo están recordando.
Porque es una vida.
Porque ¿qué culpa tiene él?.
Luego aparece la idea de la irresponsabilidad como si uno no tuviera derecho a ser irresponsable.
Como si el serlo fuera una razón suficiente para creer que no es más irresponsable semejantes citas patéticas de lugares comunes.
Que en realidad no lo son porque son lugares constituidos en el poder que los han hecho repetirse.
Y luego yo soy el intolerante.
Suelo sospechar que para ellos muchas veces lo no pensado es ya una irresponsabilidad.
El placer es una irresponsabilidad.
El error también lo es.
La única pobre criatura en realidad son ellos.
Los que suelen destilar bien suavemente que los pobres son flojos.
Que hay minas para agarrarse y minas para casarse.
Sujetos que defienden que en ciertas universidades no se pasen autores importantes porque eso es un derecho privado.
¿Cómo se llega a ser el intolerante?
¿Cómo el crítico gratuito?
¿Cómo el que prefiere dudar se transforma en el resentido?
¿Y cómo ese que lo es termina doblegando ese sentir que por estatuto se debiera haber sentido sólo una vez?
O sea que es resentido el que no se convence tan fácilmente.
No quiero vivir en el reino del patetismo y prefiero cien veces que no te toleren porque ellos son los reyes de la intolerancia.
Un día escupiré sobre la tumba de ustedes como homenaje a todas las tumbas que cavan día a día en nombre de sus ignorancias.
Escupiré sobre su piedad que en realidad es mucho más asesina que un aborto.

Friday, March 09, 2007

los vasallajes del yo



Me impuse el límite de las 4 para redondear una idea de mi pega que realmente me importaba. Faltan 20 minutos para ese límite y aunque piense cumplirlo, me cansé de lo que escribía.
Me cansé de buscar la frase pegadora. Me cansé de mi yo publicitario.
Me cansé de mi yo y dormir sería la mejor solución para apaciguarlo.
Cedo a esta pregunta en version reality y la comparto:
¿Si duermo no estaré cediendo aún más, haciéndolo descansar?
¿No será mejor no darle tregua?
¿Enfrentarlo con su caballo de Troya?
¿Odiarlo hasta el cansancio?
Toma 1 de un YO-YO en un jaque mate.
Toma 2 de un YO que hace mal del YO
Toma 3 de un YO intentando actuar hacer mal del YO
Toma 4 de otros Yo dándole lecciones al primer YO de cómo debiera ser un verdadero YO.
Toma 5 de la sobrina del director cruzándose por delante por si alguien la descubre.
Toma 6 de una versión más insoportable aún que la insoportable levedad del ser que ya en sí misma es insoportable.
Toma 7 de la sobrina del director diciendo que “la insoportable levedad del ser es su libro de cabecera”
Toma 8 de una bola 8.
Toma 9 del Yo fuera de cámara gritando que no lo representan bien.
Toma 10 de la sobrina del director apaciguándolo porque cree que esa histeria podría arruinar que la descubran.
Toma 11 del YO real fuera de escena preguntándole al director si puede actuar mejor él de sí mismo porque lo hará mejor.
Toma 12 de la psicoanalista del Yo real preguntándole si realmente cree que su Yo es real o se está confundiendo con el imaginario o el simbólico.
Toma 13 de la misma psicoanalista agregando que el simbólico es sólo de su propiedad y que un set no es el lugar apropiado para desplegarlo.
Toma 14 de las fuerzas de la ley llevándose al Yo real porque causa más disturbios que los actores que están ahí para representarlo.
Toma 15 del director con el Guión del Yo real en mano diciendo: Salió perfecto. Ni el Yo real podría haberlo hecho mejor.
Toma 16 del actor que hace del Yo real diciendo: ¿Y este hueón piensa que podría decir que es real sin que nosotros lo actuemos?
Con razón está cómo está.
Le hacemos un favor presentándolo así ante el público.
Algún día nos lo agradecerá.
-Te lo aseguro- le dice el que hace de YO al doble del YO del YO.

Tuesday, March 06, 2007

tole rrancia



Entre la tolerancia y la diferencia hay más diferencia que entre un conejo y el padre Hasbún pero mucha gente suele usarlas de la misma forma.
Qué cuál es?
En serio?
Tolerar significa por ejemplo decir:
Yo te acepto, siempre y cuando no te me acerques.
Siempre y cuando no te metas con mi hermana.
Siempre y cuando sigas manteniéndote en el límite correcto.
Obvio que el límite se vuelve correcto en los límites del tolerante.

No los tolero, tolerantes.
No tolero su ceño fruncido ni su cobardía.
Ni tampoco su sospecha CNI siempre atenta.
Ni sus limosnas ni su sensación de Bien- estar.
No los tolero por sus estatuas a la tolerancia que no tienen pensado cambiar.
No los tolero porque justamente sus estatuas no sólo son feas sino que están esculpidas por demi moore en Ghost.
No los tolero porque hacen juego con los libros de Picasso en su mesa de centro y que de tan poco leídos se ven siempre bien.
No los tolero porque todo es justamente decoración y un lugar en la mesa.
No los tolero por su Matta acomodado por Carreño.
No los tolero, sobre todo porque si eso es ser tolerante, prefiero ser intolerante.

Friday, March 02, 2007

coiffeur




Haga dudar:

Tus pies tomando sol en la ventana,
y yo pensando que es lo que piensan los demás.
Una explosión de nubes me trae por acá,
vos por tu lado y yo mirando lo demás.

Dejar el cuarto y adentrarse en el valle.
Ellos te miran viendo donde apoyas el pie. Piden, preguntan, ¿Qué es lo que hacen acá? Son cosas que ahora no quiero contestar.

Por el cielo, ahí van!, desplomándose.
Los que quedan, ya nada quieren ver.
Vamos a otro lugar.

No me gusta lo que dicen por acá,
tan pocas dudas suele ser mala señal.
Las certezas me dan desconfianza.
Quiero un beso que me llene de preguntas.

Dame un beso lleno de preguntas nuevas.


Feriado:

Raro, medio perdido,
intentando no sé muy bien que cosa.
Tengo que cambiar las cuerdas,
mañana es feriado.

En mi pieza el velador encendido.
Tengo un montón de viejos discos,
nuevos para mí.
Veamos que resulta.

En la heladera una torta,
la del día del padre que se va.

si existe un fascismo ese es el de las migas



Había descansado de escribir y había empezado a dormir.
De hecho el blog podría haber quedado como un no recuerdo eterno y probablemente en algún momento lo sea.
Hoy casi pensé que mucho de esto es causa de una mujer.
Ojalá ese la, de mujer, sea la hoja en blanco pensé para no sentirme Macabeo.
Ojalá, sea ese disco llamado lalala.
Ojalá todo esto se resuelva, tan sólo con decir que la escritura es femenina.
Ojalá pudiera seguir sosteniendo esa eterna equivocación del mundo tan bien representada por Groucho cuando dice:
Bebo para hacer más interesantes a las demás personas.
Ojalá que Silvio Rodríguez se equivoque y yo pueda seguir odiando los ojalá.
Hoy, los demás se aparecen en toda plenitud sin beber y sin deber hacerlo.
Esa es una de las gracias de la noche si uno no es vampiro pero es también la desgracia de que los espejos ya no reflejan.
Es la gracia de que sólo tal vez te moleste una mosca que ha decidido no dormir a esas no horas pero es la desgracia del frontón del chino ríos.
No hay cámpanas de colegios ni balones de gas, a lo más algún grito del que no nos hacemos cargo, pero que a veces sirve para alertar a ese lado SQP que todos llevamos dentro.
No hay nadie porque todos duermen o se las arreglan para que la cama no haga ruido o el water no gotee.
Quedan sólo los perdidos o los explotados que vigilan a los que han decidido no dormir.
Están los que deciden no dormir que son una especie de rey en el ajedrez.
Están los que no han podido dormir que son peones.
Y están los que creen que las palabras podrán salir antes que el gallo, que son los peores de todos.
Y yo soy a veces de Boca cuando el Gallo es de River, convirtiendo esto en el diario de vida que nunca quise que fuera.
Me repito intentando que por una puta buena vez se entienda que esto no es un diario de vida.
Me repito intentando que por una puta buena vez se entienda que esto realmente ojalá no se trate sólo de mí.
Tanto los apologistas como los detractores de mi narcisismo se harán un banquete con todo esto, pero si realmente están cómodos, debo decirles que aún no descansen.
No lo hagan en todo caso, porque deben entender, que yo sería el primero en ponerle el sello a lo que sea con tal de descansar y que si no lo hago, es porque realmente, esto a veces es el tema de por qué mierda no soy un tema.
Soy letra a veces.
Soy palabra otras.
Soy párrafo cuando tengo suerte.
Pero no soy ese traje idiota que quieren vender a veces recién sacado de la tintoreria.
Traje de sastre se me ocurre ahora para criticar tanto lo que uno trae como lo que uno se pone.
Y traje desastre a veces es poner orden en el lavaseco.
Lamentablemente mañana no es feriado ni día sabático.
Lamentablemente mañana no hay torta en la heladera ni nana que te cocine.
Y por suerte no hay desayuno a la cama.
Mañana es de esos mañanas que se vuelven un hoy.
Esos días en que si uno no se pone anteojos negros podrá armarse tranquilamente en el puzzle de la mirada de los otros.
Construído a veces en la culpa que hace que veas a los que van a trabajar, con la suma de las culpas de las que no te has hecho cargo.
Tú vuelves, ellos van.
De qué vuelves?
A qué van?

Te pierdes de nuevo.
Querías culparte pero ya no es tan fácil.
Sería más fácil si fueras católico, porque los mirarías con piedad pero no lo eres y no sabes como mirarlos.
Peor aún, te preguntas cómo te miran a ti.
Y lo peor realmente de todo, es que tú te estas bien pero las miradas se han gastado tanto que necesitas un rotter y krauss que te lo confirme.
Los buenos oculistas escasean y el tuerto en el país de los ciegos no es suficiente.
Te gustaría una ciega que le haga honor al amor ciego pero sólo te da una risa infinita.
Te gustaría una muda pero no es necesario explicar la razón de la imposibilidad de eso.
Te gustaría que no te guste quien nunca ha competido con nadie.
Te gustaría poder explicar pero no poder hacerlo es lo que hace que te guste.
Y ahora sí que no sabes cómo explicar cómo es que estás en la telaraña del gusto.
Y ahora estas en una pagína con patas cortas.
En una de rincón.
Ahora no sólo te casaste con kirsten dunst sino que tendrás que explicar la razón de tanto snobismo.
Y la razón de tanto desvarío.
Y la razón de lo que no será arjoneanamente una sin razón.
Me cansé de tener que incluso explicar la sinrazón desde la razón.
Aún asi jamás seré un loco lindo ni me creeré natural ni simple por andar en pelotas.
Que si o que no, no está a subasta y si alguien ha llegado hasta acá no es para aconsejar.
Y si es así, mejor que vuelva por donde llegó, aunque necesite recordar a Ariadna, a hansel a gretel o a las baldosas de su casa.