Wednesday, September 27, 2006

signo de pregunta



Hay demasiadas razones para decir que no y uno se inventa aún más para creer en esas razones.
¿Por qué será? que cuando uno dice: Hola, mi nombre es Pablo ¿huele cada vez más a mentira?
Tal vez debiera decir de ahora en adelante, hola, mi nombre es Pablos y no hay seguridad de con cuál de todos se encuentre.
Hay uno que cree que pluralizarse es un gesto de entereza, hay otro que cree que no singularizarse es un gesto de cobardía, hay uno que duda de los dos y no sabe quién es.
Hay uno que se rie de las racionalizaciones que intentan explicarlo.
Hay uno que juega con los límites de todos los anteriores.
Y hay otro que intenta explicar a todos los anteriores pero a veces se siente como en esas pruebas donde al no estar seguro de las alternativas, contesta todas las anteriores.
No sé que hacer a veces cuando alguien me recuerda esa frase repetida hasta el hartazgo en la universidad que decía que el mapa no es el territorio. ¿Me quedo con el mapa e invento más razones o habito el territorio?
¿Qué pasa cuando habitar ese territorio implica llegar en ayuno, sin mapa y sin brújula pero la guata antes de ser ventrilocuo del hambre habla lo que la boca calla o tapa con más palabras?
¿Cómo creerle a la guata sin hacer de eso un misticismo o una apología a los sentimientos?
¿Existen elecciones que no te hagan volver al año de edad riéndose de la historia?
Tal vez en mi próximo cumpleaños sea un insulto poner más de 2 velas.

Wednesday, September 20, 2006

diez y ocho



18 sin msn. 18 con radio am. 18 con 32. 18 más 16.
18 escuchando cuecas sin obligación de hacerlo vaya novedad.
Y son bonitas. Y tienen algunas unas letras de la puta madre.
Y son Bukowski sin mansión ni liguria.
Y hasta me dan ganas de bailar caramba.
De levantar tierra sin el 4 x 4 que no tengo pero también sin espuelas y sin rodeo ni rodeos.
Otro 18 pasa y puta que pesa caramba y se hace un cuerpo de 32 que no es el mío y tiene 18 teniendo 33 y nombre de mujer.
Un brindis por él, o mejor 19.

Tuesday, September 19, 2006

impersonal



Ahora que tengo más de 30, tal vez pudiera pensar a veces que el invento del personal stereo es una invención macabra.
Un aparato individualista que se dedica a apagar fogatas.
Una forma de alienación.
Un escape del mundo circundante.
Una conversación trunca o no empezada porque el otro o no te escuchó o dejó de escucharte.
Ahora que tengo más de 30, más bien me da nostalgia no poder jugar a que no escucho y que si lo hago me siento adolescente sin serlo. Me sirvió a los 15 y ahora siento que cada vez se me aprieta más la máscara.
¿qué te pasa? me preguntaban con cara de Hogar de Cristo en el colegio cuando me veian con audífonos.
¿Por qué me tendría que pasar algo? Respondía con toda la cara de seguridad que podía poner.
En el fondo agradecía que alguien se acercara pero también era como si tuviera que luchar con ese lugar común que dice que el que no está solo debe estar mejor que él que lo está.
Recuerdo bajar a la playa en vacaciones con mi perro escuchando casi siempre Cocteau Twins en esa época y sentirme mejor que los que carreteaban en las fogatas. Aunque probablemente la gracia de los de las fogatas eran que tal vez no se preocupaban de nada más que de ellos mismos.
Ilusionaba que se me acercara una mujer que se sintiera descolocada. Que me dijera que no estaba equivocado. Que me dijera que estaba aburrida. Que se parara al lado y no me dijera nada.
Ahora encuentro eso demasiado siútico aunque si yo estuviera en la fogata probablemente intentaría acercarme a esa mujer que tal vez mezcla la pose de la solitaria con la que lo está y haciendo de eso una pose cree que lo está menos.
Agradezco por un lado al personal haberme servido de escudo muchas veces como si me pusiera anteojos negros. Y lo aborrezco por brindarme excusas y una imagen que no era tal. Era como un cerdo a la parrilla sellándose a fuego lento pero crudo por dentro.

Monday, September 11, 2006

helo biaffra



Estará dentro de las reglas de los blogs escribir de algo sin saber de qué o hacer de lo que uno sabe, la escritura de lo que si se sabe?
Podrá alguien empezar a escribir con una pregunta que no será contestada?
Habrá qué esperar un alguien que te diga que escribir?
Tendrá uno la Valentía de mandar a todos los alguienes y aliens a la mierda cuando en realidad los alguienes no existen?
Cuando los aliens son lo que te obligan a escribir?
Podremos mandar a los quejosos a la chucha de una vez por todas? Podremos ser una vez alguien más allá del Alien?
Preguntas y más preguntas en forma snob del que se vive preguntando.
Talibanismo en masculino con uno mismo sin necesidad de estar en el desierto.
Desierto sin necesidad de estar con uno mismo si es que ese uno existe.
Cripticismo más snob aún, pero que escribe de su snobismo en forma más bien de pregunta. Tal vez lo sea, tal vez no.
Tal vez sea más fácil el látigo que el peluche siútico que siempre se critica.
Tal vez haya que acercarse más a esos peluches envasados al vacío que conoció el otro día gentileza mattel.
Que ya no son peluches sino muñecas inflables.
Que gimen automáticamente porque están condicionadas. Que ya no tienen más nombre del que uno quiera ponerles. Que se inflan cuando uno quiera. Que pueden programarse como empleada de Hugh Hefner y no de Hugo Hefner que sería más bonito.
Que se rien cuando uno se rie y no lloran porque uno no quiere.
Que no sabemos lo que son sino eternamente lo que somos.
Que odian a Síssifo y aman a Hercules y a Hulk bien verde y sin contradicciones.
Que se creen hombres y no son nadie.
Que defienden su lugar como militares a los que se les perdió la huincha y tienen que confiar en la medida del otro.
Que escriben, ya no para convencer al otro sino a uno mismo.
Que escriben para convencer al otro de que convenzan al uno mismo.
Que tienen miedo de parafrasear a Arjona.
Que tienen miedo de tener un blog y tener que justificarse día a día.
Que no creen en la lapidación y son agnósticos y demuestran lo contrario.
Que aman a una y parecen amar al sistema solar.
Que cambian el odio por la autorreferencia como si cambiaran figuritas de he man en el colegio.
Que quieren decir algo y no dicen nada.
Que no duermen por miedo a despertar en algo que no sea lo que quieren.
Que no duermen esperando una nueva novedad que saben que no llegará jamás.
QUE NO PORQUE EL SÍ LES RECUERDA A BUCHI, que a su vez les recuerda a BUSH, que a su vez les recuerda todos los buuuuuu de sus vidas.
Que a su vez, no les recuerda nada que quieran recordar.
Que intentan recordar algo entre tanto desalojo.
Que ponen un sillón nuevo donde el que se llevaron ya no está y sólo les sirve como novedad de una nueva risa de sí mismos.
Que dormirían en el piso pero no han comprado aún el nuevo llame ya del ascetismo y preferirían tener cortado el teléfono.
Que les encantaría creerse rudos cuando sólo quieren que no los vean como cobardes.
Que entienden demasiado pero se sienten atrapados sin salida.
Que no ganan lo que gana jack Nicholson por sentirse atrapado u obsesivo.
Que se atrapan y se obsesionan sin sueldo.
Que más bien deben y deben y deben.
Y beben y beben y beben.
Y al fin y al cabo siguen debiendo cuando ya no beben.
Que nada entra y todo sale.
Muchas bes de blogs y de blufsssss y na de ve cortas de ver aunque sí se vea pero no con rotter y krauss.
Nada de astigmatismo pero sí de escritura automática. Puro automatismo en realidad esperando que Terminator se haga humano de una vez por todas. Y que deje a Shwarzenegger de una vez por todas, cambiando su programa a riesgo de escribitlo mal.
Puro Jello Biaffra hoy.

Sunday, September 03, 2006

trabajos de invierno


A house is not a home dice Mark Eitzel citando a Bacharach.
Un hogar es un lego que puede desarmarse y pasar a ser una estructura sin habitantes o con habitantes de juguete. A veces me gustaría ser un Kent que pudiera ser intercambiable o que alguna vez me hubieran gustado las barbie. Lamentablemente las detesto.
En este juego, kent no está a la venta ni en vitrina.
Sólo observa como si te llevas la mesa, te llevas haberla encontrado conmigo.
Da lo mismo lo que ponga en su lugar porque es como la 10 de Maradona que no debería volver a usarse. Pasa a ser un rincón ominoso de recuerdo.
Pasa a ser en el mejor sentido de la palabra un espacio pero al estilo de Plutón.
Un espacio inexistente pero que por más que los científicos de los sistemas digan que el pobre Platón queda afuera sigue existiendo en la memoria.
Por otro lado, ¿Quién dijo que Plutón quería ser parte?
Tal vez Plutón esté ahora pasándose una mano por la frente y diciendo:
……Por fin…….